Edición 12

Independencias

11.06.2018 - 03.09.2018

Para una cierta élite occidental, blanca y burguesa, el año 1968 ha sido a menudo recordado en relación al mes de mayo, siguiendo el famoso Summer of Love californiano de 1967: un emblema de la emancipación social, moral y consumista de cierta juventud. Sin embargo, este lado del Atlántico en el 68 es también la sede de una serie de eventos vinculados a otras luchas libertarias y reivindicaciones sociales que se exacerban en la segunda mitad del siglo XX: el asesinato de Martin Luther King Jr. y de Ernesto “Che” Guevara, las marchas contra la Guerra en Vietnam, el Movimiento Chicano en Los Ángeles, la masacre estudiantil de Tlatelolco en México, la primera visita papal a Latinoamérica en Colombia, la Noche de los Bastones Largos en Argentina, los motines en Río de Janeiro o las escaramuzas en Perú.

Aunque les estudiantes fueron colocades a la cabeza de una lucha romantizada para escapar de la autoridad opresora y así poder besarse libremente en las calles en convicción de un mundo mejor y más igualitario, las circunstancias siempre les rebasaron. En América Latina, la juventud —sin darse cuenta que sus sueños de emancipación vienen con anuncios de Coca-Cola o películas de Disney—, lucha por liberar su cuerpo de sociedades religiosas y conservadoras, mismas que transmutaron de dictaduras formadas por el imperialismo yanqui a regímenes neoliberales. A lo largo de la lucha se difuminó la contradicción con el otro impulso solidario que le animó en sus inicios, inspirado en los pensamientos libertarios de José Martí y Simón Bolívar y en filosofías post-marxistas que se nutren de las realidades y multiplicidades de la región en relación a la clase, la raza y la identidad. Si en Europa estos dos papeles paradójicos coinciden en un tiempo, gracias a la prosperidad económica que deja una cierta izquierda moderada, al otorgar unos últimos privilegios sociales antes del inicio del neoliberalismo salvaje de los ochentas, en América Latina este diálogo político fracasa casi inmediatamente por la idealización revolucionaria y la brutalidad de una condición colonial insuperable hasta el momento.

Es entonces 1968 el año cuando se hace más agudo este cisma inherente a la condición humana postmoderna, entre un egoísmo liberal exacerbado por la sociedad de consumo y los sueños de emancipación colectiva permitidos por las independencias. ¿Qué mecanismos de lucha, optimismo y colaboración habría que revelar y recuperar ante el conservadurismo que se reinventa para no dejar el poder? ¿Cómo articular la apertura de conciencias y caminos suscitada en los años venideros al 68? ¿Cómo anular la idea del futuro que se dibuja desde la hegemonía para re-encontrar en nuestro activismo el optimismo de la juventud hacia la impresión de que sí hay futuro que nos pertenezca? En este número de Terremoto, usaremos este 50 aniversario como el punto de partida de una reflexión sobre la noción de independencia y libertad, a través de varias contribuciones en torno a la autonomía de los cuerpos, sexualidades y pensamientos, así como de los pueblos, ecosistemas y dogmas —ya sean autoritarios o emancipatorios. Seguiremos a artistas e investigadores en la búsqueda insaciable de esa imposible autonomía, y juntes, entrechocaremos nuestras cadenas en un baile furioso de celebración ante tanta fraternidad y alienación.

12
2018

Javier Barrios, "Moshpit guerrilla I", 2018. Lápiz de color sobre papel. Imagen cortesía del artista. Obra comisionada por Terremoto

12 2018

12 2018

12 2018

12 2018

12 2018

12 2018

12 2018

12 2018

12 2018

12 2018

12 2018

12 2018

filtrar por

Categoría

Zona geográfica

fecha