Reportes - Latinoamérica México

Christian Barragán

Tiempo de lectura: 8 minutos

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08.11.2023

Sobre Vibrations of an Imperfect Cosmic Web, Entrevista con Alejandro Garcia Contreras

Con motivo de su pasada exposición individual en Saenger Galeria, Christian Barragán entrevista a Alejandro García Contreras al rededor de los procesos de Vibrations of an Imperfect Cosmic Web y su obra en general.

El trabajo creativo de Alejandro Garcia Contreras se caracteriza por la experimentación y el diálogo entre diferentes materiales y recursos técnicos, haciendo de su trabajo una mezcla entre diferentes medios como la pintura, la escultura, la fotografía, el video y la gráfica. A través de sus proyectos artísticos, explora temas inspirados en la cultura popular contemporánea, el folclore, el mito, el ocultismo y la religión. Habiendo crecido en Chiapas, en el sureste de México, el artista se educó de cerca con la naturaleza y con el esoterismo, de modo tal que a temprana edad experimentó con el ocultismo y la magia. El trabajo de Alejandro García Contreras indaga sobre el inconsciente, proyectando códigos y cosas que lo habitan; asimismo, recuerda el artista que el arte solía crear objetos mágicos que representaban la vida y la muerte. Sumado a ello, el erotismo y la feminidad también son un asunto presente en su obra, que suelen materializarse mayoritariamente en escultura y pintura.

Simultáneamente, la práctica de Alejandro García Contreras derrumba las normas tradicionales de la cerámica al integrar la sexualidad femenina en los objetos domésticos. A través de sus guiños a la diosa mesopotámica Ishtar, lo explícito se intercala con lo familiar y funcional. De esta manera se invita a los espectadores a cuestionar su propia relación con el feminismo, la domesticidad y el erotismo a través de imágenes tabú. Las asas de pene ocultas y los jarrones en forma de pecho rinden homenaje a la colección de muebles de la emperatriz rusa Catalina la Grande, así como a las formas surrealistas de Hans Bellmer. La investigación de Alejandro García Contreras sobre la historia del erotismo en la cultura japonesa y mesopotámica es fundamental para la reflexión de este artista sobre la larga y complicada relación de nuestra sociedad con lo sexual.

Christian Barragán: Hemos comentado en otras ocasiones sobre tu formación y práctica en la cerámica, que comenzó desde tus estudios en La Esmeralda hace más de veinte años. ¿Qué has encontrado en este campo que te mantiene ahí?

Alejandro García Contrera: Una de las cosas que he encontrado es la posibilidad de seguir desarrollando distintas maneras de abordar el mismo medio, y aunque también pueden ofrecerlo la pintura o la escultura, la cerámica me generó ese potencial de dimensionar como un mismo material ―en este caso la arcilla― puede desarrollarse de múltiples opciones. Comencé trabajando justamente en La Esmeralda, y los primeros proyectos y piezas que realicé eran en su mayoría figuras; creo que la razón por la cual me interesaba la escultura en cerámica era por la permanencia del material y porque genuinamente siempre tuve una obsesión por las figuras de acción, por los juguetes, y la cerámica me hacía pensar en esta posibilidad de generar objetos permanentes. Además, en el transcurso de explorar la cerámica, se han ido modificando mis intereses y ya no se trata solamente de figurillas de arcilla que representan personajes, sino que de pronto ha pasado con los proyectos más recientes, con los jarrones por ejemplo, que se convierten en narrativas más complejas donde el material y el medio me han permitido también involucrar otras disciplinas de mi educación artística. Dentro de la misma cerámica encontré una manera de abordar la escultura, de abordar el grabado, de abordar el dibujo y de abordar la pintura. Creo que esto ha sido una de las claves fundamentales por las cuales no he podido, ni me interesa, deshacerme de la cerámica en mi práctica.

CB: Y sin embargo la pintura y el grabado también han estado presentes desde el comienzo de tu ejercicio…

AGC: Sí, pero sin la intención de que fuera un motivo de exploración directa o, digamos, una tesis de investigación. Se fue generando más de una manera gradual y natural, sin necesidad de forzar ningún tipo de disciplina o dinámica que encajara dentro de la producción de la cerámica, sino que se fue dando de una forma tan orgánica que la exploración misma me fue llevando a estos recursos y medios para para poder hacer mi visión de lo pictórico, de lo gráfico y de lo escultórico.

CB: Para tu exposición individual en la Sala de Proyectos en Saenger Galería durante este otoño ―Vibrations of an Imperfect Cosmic Web― has reunido una selección de obra que incluye cerámica tanto en la escultura, los jarrones, como en la pintura, con relieves al borde de la tela a manera de marcos. Pero también está presente obra que reúne ambas disciplinas a partir del mismo medio, como lo es esa placa de pequeño formato ―Universa (2021)― que rememora El origen del mundo de Courbet (1886) y que es el centro de tu exposición. ¿Puedes ahondar al respecto?

 

AGC: Claro, se debe a que entiendo la cerámica como un espacio híbrido donde me interesa desarrollarla fuera de conceptos tradicionales o estandarizados que casi siempre la han delimitado hacia lo utilitario, pero también me interesa trabajar a partir de lo utilitario para hacer una exploración que sea más lúdica y más estética. Incluso, motivando o proponiendo la posibilidad de que estos objetos pierdan cierta funcionalidad, aunque debido a su complejidad en ocasiones conservan parte de ésta; es decir, volviendo a los jarrones, el jarrón aún puede contener agua o puede usarse como un florero y también ser un contenedor de granos, pero ahora se trata también de lo que simboliza y significa. Para mí, en este momento, esta exploración reside en qué se convierten estos objetos, que ya no son una excusa estética ni tampoco un recurso utilitario, sino que conllevan y contienen una serie de vivencias, anécdotas y percepciones de lo que sería lo vital y de lo que sería también el fracaso. Entiendo el fracaso como posibilidad de permanencia, como un recordatorio de las cualidades de la cerámica, y también lo asumo como estos apuntes o notas que desde mi punto de vista generan mi verdadero interés en la creación de estos objetos. Nunca he pensado que mi práctica sea meramente una exploración estética ni nunca he pensado que mi práctica sea la búsqueda de una tésis, de una proyección escultórica, creo que la claridad sucede cuando estos objetos son finalmente construidos y logró absorberlos de esa dimensión atemporal que es exclusivamente mental, y al verlos ya convertidos en algo puedo entender un poco mejor porqué tenía la necesidad de hacerlos y por qué estaba buscando también esa solución, aunque ―como te digo― nunca tengo una idea clara de cómo estos objetos van a ser finalizados.

CB: En esta obra, Universa (2021), también confluyen varios de los asuntos de tu mayor interés: el erotismo, el universo, el manga, el humor y el misterio a través de un mismo punto desde el cual se extiende y retrae una telaraña realizada in situ (a su vez, otra de tus imágenes predilectas). De esta obra dijiste hace un par de años: “El big bang sería un orgasmo, o un horno que calcinó todos estos elementos que crearon el universo”.

AGC: Universa tiene que ver con el concepto de la existencia, qué es la vida, la memoria o lo que diablos signifique, porque más allá de ser una referencia a intereses personales ―el erotismo, el manga o el universo, como bien tú lo dices― creo que es un intento de entender la creación y sus consecuencias, que sería el existir. Es desde ahí donde surge esta obra, la creación del universo como una metáfora de un gran orgasmo. También en el medio de la cerámica hay analogía vinculada con el Big Bang, el horno quema los materiales que se utilizan bajo la presión del fuego para dar origen a algo nuevo; todo eso me llevó a vincularlo con la obra de Courbet, El origen del mundo, pero yo pensaría que esta pieza mía en particular lo que intenta, desde mi condición de varón, es comprender y transmitir de dónde provengo, de dónde provenimos. Al final ahí está, una fuerza cósmica, un ente creador, quizás creadora. En Universa hay un verdadero interés en acercarse y entender lo femenino a partir de lo que pudiera ser el origen del universo.


Alejandro García Contreras nació en Tapachula, Chiapas, en 1982. Estudió Artes Visuales en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda (INBAL, 2008) y ha participado en numerosas residencias de producción artística, entre las que destacan Noborigama (Areguá, Paraguay, 2023), Estudio 797 (Guadalajara. Jalisco, 2021), Cabra Casa Brasil (Guadalajara, Jalisco, 2020), Cerámica Suro (Guadalajara, Jalisco, 2020), Laguna Blanca (Guadalajara, Jalisco, 2019), Unlisted Projects (Austin, Texas, 2019), USSR Estudio (Ciudad de México, 2018), Cuadro 22 (Switzerland, 2018), Casa Wabi (Oaxaca, 2016), S.S. Gilroy (Los Angeles California, 2016) y Atelier de Création (Québec, 2013). Igualmente ha obtenido el Premio de Adquisición del Art Fest World Trade Center (Ciudad de México, 2006) y la beca Jóvenes Creadores (FONCA, 2014-2015 y 2009-2010). En 2007 presentó su primera exposición individual, Stardust we are, stardust we will be, en la galería Proyectos Monclova (Ciudad de México) y en 2013 su primera exposición individual internacional, Watchtower and the herald of Presence, en PS Project Space (Amsterdam, Holanda). Desde entonces, García Contreras ha realizado doce exposiciones en solitario más en espacios nacionales e internacionales como Saenger Galería (Ciudad de México), Eitoeiko Gallery (Tokio, Japón), Typology Gallery (Toronto, Canadá), The Museum of Human Achievement (Texas, EUA) y Museo Experimental El Eco (Ciudad de México). Colectivamente ha mostrado su trabajo en galerías e instituciones de Estados Unidos, Suecia, España, Argentina, Holanda, Canadá, Inglaterra, Alemania, Suiza, Dinamarca, Irlanda, Italia, Japón, Colombia, Paraguay y Perú. En México su obra se ha expuesto en el Museo de Arte Moderno, Museo Antiguo Colegio de San Ildefonso, Museo Universitario del Chopo, Museo Ex Teresa Arte Actual, Museo de Arte Contemporáneo en Monterrey y Centro Nacional de las Artes. Alejandro García Contreras reside actualmente en la ciudad de Guadalajara (Jalisco, México).

Vibrations of an Imperfect Cosmic Web de Alejandro García Contreras Saenger Galería, Ciudad de México
Del 21 de septiembre al 11 de noviembre de 2023.

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