Reportes - Chile

aliwen

Tiempo de lectura: 17 minutos

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14.12.2019

#RenunciaPiñera. Arte urgente durante estado de excepción en Chile

Santiago, Chile

Autore no identificade. 5 de octubre de 1988. Manifestantes celebrando el triunfo del plebiscito que destituyó al dictador Augusto Pinochet se apropian de la consigna «No +» del Grupo C.A.D.A, fotografía análoga 35 mm., Plaza de la Dignidad [Baquedano], Santiago, Chile. Imagen cortesía Lotty Rosenfeld

 

El estallido aún en desarrollo que comenzó en Chile durante octubre de 2019, también llamado «La Revolución de los 30 Pesos» o «La Revolución de Octubre», es un movimiento civil espontáneo y multitudinario que se desprende de las protestas organizadas por estudiantes secundarios. La fuente del malestar de les estudiantes es la misma que la de todes les chilenes: la creciente precarización de la vida ―especialmente para la clase obrera y para el lumpenproletariado― bajo el modelo socio-económico neoliberal, donde la privatización de las necesidades básicas como la educación, la pensión, la salud y el transporte, sumada la complacencia del aparato político hacia la oligarquía empresarial, someten al pueblo chileno a condiciones cada vez más adversas. La gota que derramó el vaso fue un alza en el costo del metro de $30 pesos chilenos (CLP) a partir del 6 de octubre, escalando el pasaje regular a unos $830 CLP en horario punta; un costo insostenible para varios núcleos familiares considerando que el sueldo mínimo legal en Chile es de $301.000 CLP.[1] Les estudiantes secundaries articularon una evasión multitudinaria del pasaje haciendo un llamado a saltar por encima de los torniquetes como horda durante ciertos horarios del día y en ciertas estaciones estratégicas, planificando aquellas jornadas de evasión a través de los chat de juegos de rol en línea y también en redes sociales.

La tensión escaló severamente durante la semana del lunes 14 de octubre, cuando la respuesta del gobierno ante las persistentes evasiones masivas fue ordenar a Carabineros y Fuerzas Especiales incrementar la vigilancia y represión: cerraban entradas de las estaciones impidiendo a pasajeros entrar o salir; agentes del «orden» agredían con violencia a jóvenes y adultos identificadxs como evasores; se cerraron estaciones completas, se ordenó que los trenes no se detuvieran en las estaciones comprometidas por la acción civil[2] y se cortaba sin justificación el funcionamiento de los metros (sobre todo en las líneas hacia el conurbano). Estas medidas provocadoras avivaron las protestas sociales: manifestantes derribaron los cercos de las estaciones para continuar evadiendo en masa, algunes destruyendo incluso los torniquetes de ingreso desde el día jueves 17.

La creciente represión que recibió el movimiento social eclosionó con una jornada de manifestaciones y barricadas en las arterias principales y en las periferias de la capital el viernes 18, lo que llevó al presidente derechista Sebastián Piñera a declarar Estado de Excepción Constitucional de tipo Estado de Emergencia en ciertas zonas territoriales del país; lo cual no ocurría desde el período dictatorial. La constitución vigente, aprobada durante la dictadura cívico-militar, permite una suspensión de las libertades civiles debido a una «grave alteración del orden público, daño o peligro para la seguridad nacional», puntualmente restringe los derechos al libre tránsito y a la reunión además del resguardo del orden público bajo los designios institucionales del presidente, en este caso liberando a los militares armados a la esfera pública.

Susana Hidalgo. Viernes 25 de octubre de 2019. Manifestantes durante la llamada «Marcha más grande de Chile» (más de 1.2 millones de personas) izando la bandera de Chile y de Wajmapu, fotografía digital, Plaza de la Dignidad [Baquedano], Santiago, Chile. Imagen cortesía de Susana Hidalgo

C.A.D.A. Circa septiembre 1983. No +, acción de arte, ribera del río Mapocho al costado del puente Los Carros, Santiago, Chile. Imagen cortesía de Lotty Rosenfeld

Sumando a las medidas anti-democráticas del dictador S. Piñera ―considerando la libertad de reunión y de la demostración civil como precondiciones para la política―, también se instauró la medida del toque de queda entre el sábado 19 y el sábado 26 de octubre, implicando que tode ciudadane debía ingresar a un recinto privado entre tal hora de la tarde y de la mañana; de lo contrario, arriesgábamos ser procesades o acribillades por las fuerzas del orden. No obstante, el valiente movimiento social a lo largo del país no dejó de cuestionar estas medidas mediante la estrategia del «cacerolazo» (o protesta sonora no-violenta golpeando ollas de cocina en la vía pública), así como concentraciones y marchas en epicentros como la Plaza de la Dignidad[3] y la Plaza Ñuñoa, que desplegaban gráfica, graffiti y un sinnúmero de barricadas en diferentes puntos del centro y la periferia de varias ciudades. A pesar de la efervescencia de la movilización y la confusión general sobre la situación-país, como directiva de Arte Contemporáneo Asociación Gremial (A.C.A.) declaramos el sábado 19 de octubre explicitando: «rechazamos la violencia y represión al movimiento [civil] que ha salido a protestar por esta insostenible situación de múltiples abusos, y nos oponemos firmemente al estado de emergencia, la militarización de la esfera pública, al toque de queda y a cualquier medida que comprometa la democracia, de la misma manera que repudiamos la eventualidad de un futuro estado de excepción en el país.»

El martes 22 de octubre, convocamos una reunión directiva extraordinaria de A.C.A. para considerar de qué manera podíamos enfrentar la crisis democrática desde la acción civil y las prácticas artísticas. Como punto de referencia tomamos el trabajo del Colectivo Acciones de Arte (C.A.D.A.), agrupación artística chilena activa durante el período dictatorial, reconocida internacionalmente por su manera de innovar en los lenguajes del arte mediante una serie de intervenciones en el espacio público. Hacia septiembre de 1983, durante un momento de estallido social tras 10 años de dictadura cívico militar en Chile, el C.A.D.A. comenzó a impulsar la consigna «NO +» a través de ciertas intervenciones públicas, incluida una en la ribera del río Mapocho al costado poniente del puente Los Carros y en el portal norte del Cerro Santa Lucía: consigna rápidamente apropiada por diferentes protestantes y organizaciones debido a la invitación abierta que contenía la frase para ser completada por las distintas dolencias vividas por el cuerpo social.

A.C.A. 23 de octubre de 2019. Respuesta al No + (C.A.D.A.), acción de arte/protesta, Avenida Libertador Bernardo O'Higgins (Alameda), Santiago, Chile. Imagen cortesía de le autore

Comisión Acciones de Movilización A.C.A. Viernes 25 de octubre de 2019 «Marcha más grande de Chile». [Sín título](Conocidos popularmente como Amortajados), acción de arte/protesta, intervención en el Monumento a José Manuel Balmaceda (1949) de Samuel Román en frente de la Plaza de la Dignidad [Baquedano], Santiago, Chile. Fotografía por Jaime Dames

El miércoles 23 de octubre, convocamos a través de miembros y de las redes sociales de A.C.A. a juntarse en el Parque Bustamante al alero de las movilizaciones que inundaban las calles todos aquellos días de estado de emergencia para realizar una acción artística colectiva. Habíamos preparado aproximadamente 100 carteles que incluían la consigna «NO +» con suficiente espacio en el margen derecho para que cualquiera que asistiera a la actividad ―respondiendo a la convocatoria o como transeúnte, cuirioso o cómplice al movimiento— completara la consigna con el calificativo o imagen que gustasen: NO + Abusos, NO + ACRE, NO + Falsa Democracia, NO + Indiferencia, NO + Milicos Torturadores, NO + Miseria, NO + Orden y Patria, NO + [Sangre]. Posteriormente marchamos cruzando la Plaza de la Dignidad y realizamos una nueva estación abierta de carteles «NO +» para protestar justo al inicio de la Av. Libertador Bernardo O’Higgins, donde concurrieron aún más protestantes. La jornada culminó marchando hacia la Plaza de Armas, donde el campo de la cultura y las artes convocó una concentración a las 14:30 para cantar, a modo de protesta, la canción El derecho de vivir en paz del famoso cantautor y asesinado político chileno Víctor Jara. Nuevamente como A.C.A. repetimos un taller de carteles en el portal sur del Cerro Santa Lucía dentro del contexto de la marcha convocada para el martes 29 de octubre, esta vez sin una consigna predeterminada.

El viernes 25 de octubre, A.C.A. convocó a una Asamblea Extraordinaria Ampliada que se llevó a cabo en el edificio de Balmaceda Arte Jóven desde las 10:30 hrs. En esta instancia se discutieron varias problemáticas relacionadas con la crisis política, sumado el rol de las artes y la cultura en la construcción de un nuevo proyecto constituyente para el país. Entre las distintas iniciativas que emergieron de esta instancia, se creó la Comisión Acciones de Movilización, la cual inició inmediatamente después de aquella reunión con una serie de intervenciones a monumentos en el espacio público con rollos de tela crea cruda para recubrirlos. Como parte de la marcha multitudinaria que se realizó aquel día ―conocida posteriormente como «La marcha más grande de Chile»―, la comisión se desplazó por diferentes puntos del centro de la metrópolis protegides de la represión policial gracias a les más de 1.2 millones de manifestantes. La comisión hizo un recorrido por los siguientes monumentos en el siguiente orden, entelándolos completa o parcialmente: a) Monumento a José Manuel Balmaceda, b) Monumento a Rubén Darío, c) Unidos en la gloria y en la muerte, d) Columna conmemorativa del centenario de la ciudad de Santiago, y, e) La fuente de Neptuno. La estética de cubrir aquellas figuras humanas no sólo apelaba a una deslegitimación del poder institucional que representa la lógica del monumento público y la concepción patriarcal de los cuerpos binarios del prócer histórico masculino y la ninfa femenina bajo el arbitrio del imaginario de la mitología europea, sino que también era una referencia macabra a los cadáveres cuando son tapados en la escena de un crimen o en la morgue. Estas intervenciones llamaban el interés de manifestantes, quienes se acercaban a tomarse fotografías con los monumentos entelados los cuales bautizaron popularmente como los «amortajados».

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Delight Lab es un grupo artístico interdisciplinario que experimenta con proyecciones lumínicas sobre diferentes arquitecturas y superficies. Fundado en 2009 con una proyección sobre la fachada del Museo de Arte Contemporáneo de Santiago, este grupo es compuesto por el dúo de hermanes Andrea y Octavio Gana, sumando posteriormente el apoyo del productor Marco Martínez. El colectivo toma como referencia el trabajo de diferentes artistes chilenes quienes han empleado como soporte la vía pública para diferentes activaciones, tales como Lotty Rosenfeld[4] y Patrick Hamilton.

El trabajo de Delight Lab obtiene una marcada tendencia hacia el activismo artístico tras el asesinato del weichafe (guerrero/resistente) mapuche Camilo Catrillanca en Temucuicui, el 14 de noviembre de 2018. A la noche siguiente de su asesinato político, tras una intensa jornada de movilizaciones a lo largo del país, el colectivo proyectó el rostro del weichafe sobre algunos edificios en plena Plaza de la Dignidad sumado el verso «QUE SU ROSTRO CUBRA EL HORIZONTE» escrito por el poeta Raúl Zurita. Durante las primeras jornadas del estado de emergencia declarada por el dictador Sebastián Piñera, este colectivo realizó una nueva serie de proyecciones en la fachada de la emblemática Torre Telefónica al costado de la Plaza de la Dignidad. A través de sus redes emitieron: «[Delight Lab] declara su apoyo a las justas demandas sociales y rechaza la declaración del Estado de Emergencia y la presencia de militares armados en las calles.» Cabe mencionar que éste edificio, desde su inauguración en el año 1996, es un hito dentro del discurso desarrollista neoliberal impulsado por el empresariado durante la transición democrática.

Delight Lab. 25 de octubre de 2019. [Sin título], intervención lumínica sobre la Torre Telefónica, Plaza de la Dignidad [Baquedano], Santiago, Chile. Fotografía por Gonzalo Donoso

Lista de intervenciones por Digital Lab

1.- Sábado 19 de octubre; primer día de toque de queda. El colectivo proyectó la palabra «DIGNIDAD» sobre la Torre Telefónica.

2.- Domingo 20; el colectivo enfatiza el llamado por la «DIGNIDAD!!».

3.- Lunes 21; en colaboración con el diseñador Werner Fett se realiza una intervención en dos partes: «NO ESTAMOS EN GUERRA! ★ / ESTAMOS UNID@S! ✊»[5] en respuesta al dictador S. Piñera quién declaró que las fuerzas armadas se encontraban en guerra con un enemigo interno.

4.- Martes 22 de octubre; el colectivo decide increpar el llamado del escudo nacional a la soberanía a manos de la razón o de la fuerza, mediante la siguiente consigna: «¿Dónde está la RAZÓN?»

5.- Miércoles 23; el colectivo rinde homenaje a los primeros cinco asesinados políticos de esta dictadura los cuales contaban con querellas abiertas buscando justicia por sus vidas, parafraseando el verso de R. Zurita empleado con anterioridad tras el asesinato del weichafe C. Catrillanca: «QUE SUS ROSTROS CUBRAN EL HORIZONTE / Romario Veloz / Alex Nuñez [sic] / Kevin Gómez / Manuel Rebolledo / José M. Uribe.»[6]

6.- Jueves 24; el colectivo rinde homenaje a una serie de intervenciones realizadas entre 1979 y 1981 por el artista Alfredo Jaar durante la dictadura, conocidas como Estudios sobre la felicidad. Delight Lab hacen una pregunta abierta, tanto al pueblo chileno como al dictador S. Piñera: «¿QUÉ ENTIENDE UD. POR / DEMOCRACIA?»

7.- Viernes 25; última noche de toque de queda, el colectivo alude a la consigna sobre el despertar de Chile que circulaba por todas las protestas de octubre: «CHILE DESPERTÓ / POR UN NUEVO PAÍS». Testimonio de este despertar es la insistencia de las fuerzas del orden en disparar balines a los ojos de chilenes, llevando un total 232 casos registrados de pérdidas de visión ocular debido a laceraciones perpetradas por estas instituciones.

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Dentro de las acciones artísticas efectuadas en estado de excepción, el arte corporal y la performance fueron medios privilegiados por varies artistas; muches de elles interesades en la dimensión sexo-genérica que subyacía a la opresión de las fuerzas armadas y de la desigualdad en Chile. Sumada a la provocación, la brutalidad en la fuerza para reprimir y detener a protestantes y el descubrimiento de organismos de derechos humanos de diferentes centros ilícitos de tortura en lugares como la estación de metro Baquedano y 43ª Comisaría de Carabineros[7] en Peñalolén, la violencia político-sexual y la violación fue otra manera en la que las corruptas fuerzas del orden buscaron amedrentar a manifestantes y transeúntes, en específico a mujeres y a disidencias sexuales. Hasta la fecha, el Instituto Nacional de Derechos Humanos registra un total de 79 querellas por violencia sexual, de las cuales 4 incluyen violaciones. Muchas de las mujeres y disidencias que han sido violentadas sexualmente —mediante amenazas, desnudamiento, humillaciones, sentadillas, tocaciones, vejaciones y violaciones― deben quedar en anonimato para no ser revictimizades por la tortura vivida. Sin embargo, algunas mujeres como las periodistas del diario La Estrella de Arica, Estefani Carrasco y Patricia Torres, dieron valeroso testimonio de las vejaciones vividas el 23 de octubre para impulsar el que este tipo de gravísimos crímenes de lesa humanidad no vuelvan a ocurrir. De igual manera, el estudiante de medicina abiertamente homosexual Josué Maureira denunció públicamente ante los medios de comunicación como fue brutalmente golpeado y violado por la macana de servicio de un carabinero en la 51ª Comisaría de Carabineros de Pedro Aguirre Cerda en la madrugada del 22 de octubre.

La performancera chilena Cheril Linett emplea el arte corporal para cuestionar los abusos del poder hegemónico, proponiendo estrategias de emancipación transfeminista mediante el deseo. Desarrollando un esquema de experimentación e investigación corporal de tipo artaudiana que denomina como la «bestia lúbrica», la artista ha realizado una serie de ejercicios individuales y colaborativos que culminaron en una performance colectiva titulada yeguada latinoamericana.[8] Esta performance ha causado revuelo en el campo local a través de una serie de intervenciones públicas con cuerpos feminizados (biológicos y disidentes) en distintas ceremonias marciales y religiosas y también establecimientos institucionales del país. A través de la sororidad de los cuerpos feminizados y violencia de género que se desprenden de ésta performance, C. Linett activa espacios de cruce entre arte, activismo, danza, disidencia, trans/feminismo, fotografía, teatro, medios y performance: un espacio de cuestionamiento crítico sobre el estadio de la acción corporal, la institucionalidad y los lindes entre arte y política en el Chile contemporáneo.

«¡Estado de rebeldía!» fue la consigna con la que la colectividad de la yeguada latinoamericana salió a protestar en aquellos días de estado de excepción. En la primera jornada de acciones, el domingo 20 de octubre, la yeguada salió a la calle a protestar vistiendo ropa negra como señal de luto por las vidas de manifestantes asesinades, alzando el puño izquierdo y exhibiendo una cola de caballo que caía por entremedio de sus glúteos. Activaban la postura que llamamos «posición de guerra» para enfrentar el amedrentamiento de carabineros y militares armados con gases lacrimógenos y rifles de balines y de balas. En la segunda jornada de movilizaciones, el martes 22, la yeguada se activa durante las protestas que se ejercían por fuera de la Torre Telefónica, esta vez incorporando bengalas y también la «capucha» o balaclava que ayuda a protestantes de primera línea —que contienen la represión de los carros policiales—, a ocultar su identidad y a protegerse de gases lacrimógenos. En una tercera jornada de activaciones, el viernes 25, la yeguada volvió a la calle utilizando las colas de caballo sumado un vestido color rosado que aludía a las nociones convencionales de feminidad en asociación con la debilidad. Además, se efectuó un stencil con pintura vial color rosado sobre diferentes puntos del centro de la ciudad con la consigna «Estado de Rebeldía», posteriormente realizando una versión de la posición de guerra recostandose sobre la calzada. El primero de estos estencil se realizó por fuera del edificio del Archivo Nacional ―un importante punto de encuentro para las protestas feministas durante dictadura hacia 1983―, los próximos dos por fuera de la entrada norte del Cerro Santa Lucía y fuera de la Pontificia Universidad Católica de Chile, finalmente haciendo un último rayado en la Plaza de la Dignidad. Estas tres jornadas de acciones en la esfera pública conforman una obra de título Estado de rebeldía.

yeguada latinoamericana (dir. Cheril Linett). 30 de octubre de 2019. Orden y patria II, performance colectiva en el contextos de distintas movilizaciones sociales, Santiago, Chile. Fotografía por Lorna Remmele

A pocos días de finalizado el estado de excepción, la yeguada volvió a activar en el espacio público: esta vez increpando directamente a Carabineros de Chile por las sostenidas agresiones sexuales y violaciones que perpetúan en contextos de represión civil. La yeguada portaba coronas de flores que deletreaban cada una de las letras de la palabra «VIOLADORES», alzándose el vestido negro por encima de la cabeza en un gesto de anonimato y violencia, exhibiendo también senos y genitales al bajarse la ropa interior por los muslos. Mientras varias compañeras quedaban arrodilladas en gesto de sometimiento a cada extremo, las portadoras de las coronas quedaban al medio de la composición corporal recostadas sobre el piso con la espalda hacia el suelo. La yeguada llevó esta acción a la Plaza de la Dignidad, y también descendió hasta el metro Baquedano clausurado, el cual fue utilizado como centro ilícito de torturas por carabineros y militares. Activaron esta acción en el Monumento a los Mártires de Carabineros de Chile (1989), y también por fuera de la 1ª Comisaría de Carabineros de Santiago: esta última en cuya fachada dejaron instaladas las coronas de flores. Los carabineros están en constante tensión con la yeguada, desde antes de esta acción y durante su accionar en el espacio público, especialmente resentidos por la visibilidad que adquirió esta última acción en medios de comunicación y redes sociales. Después de accionar en el espacio público, muchas veces carabineros nos arrestaron o intentaron seguirnos a nuestros domicilios, especialmente interesados en amedrentar a C. Linett. El viernes 8 de noviembre, la performancera sumada su pareja, otra amistad y un transeúnte recibieron una golpiza con elementos contundentes por un grupo el cual presentaba rasgos de pertenecer a la extrema derecha justo fuera de su domicilio y centro de operaciones de la yeguada. Esto aún no acaba.

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aliwen es crítica, curadora, docente e investigadora en temas de arte, anarquía, descolonialismo y sexualidades. Mapuche warriache, champurria y trans*. Parte de la Directiva de Arte Contemporáneo Asociación A.G. Licenciada en Teoría e Historia del Arte de la Universidad de Chile, becaria Monbukagakusho 2020 del estado nipón para realizar estudios de posgrado en curaduría artística y transculturalidad. Activistas de los derechos humanos, especialmente los de las personas de la comunidad LGTBIAK+ y de las personas viviendo con VIH/Sida. Colabora con medios como A*Desk, Artishock y The Clinic.

Notas

  1. Hemos de considerar el que un gran número de personas en el país, incluyendo quien escribe, no trabajamos bajo la figura de un contrato y muchas veces nuestro sueldo es significativamente menor a esta cifra. Movilizar tan solo a una persona durante la semana hábil en metro ―una vez durante horario valle y la segunda durante horario punta― implica bajo esta lógica unos $ 1.580 CLP diarios y $ 7.900 CLP semanales, o sea $ 31.600 CLP mensuales. Esta cifra responde a más del 10% de un salario mínimo legal mensual, y debemos agregar que la mayoría de los trabajadores son el sustento de más de una sola persona y que varios deben gastar más de este monto en transporte diario hacia su recinto de trabajo debido a su lugar de residencia; sobre todo cuando viven en la periferia y deben arribar al centro citadino para poder laburar.

  2. Sin embargo, manifestantes decidieron arriesgarse y sentarse a los costados de los rieles del metro, así obligaban la detención de los carros y lograban subirse adentro.

  3. Anteriormente conocida como Plaza Baquedano, el nombre de esta plaza fue cambiado por el movimiento social en una acción cibernética en la que el nombre fue actualizado en todas las aplicaciones, páginas y sistemas de internet en donde esto fuese posible, el lunes 11 de noviembre.

  4. Miembra del Grupo C.A.D.A. y también miembra fundante de A.C.A.

  5. Tanto el colectivo lumínico como el diseñador W. Fett decidieron incluir el ícono de un puño alzado el cual se percibiera de manera ambigua en términos sexo-genéricos.

  6. En la actualidad, la lista de asesinados por la brutalidad de las fuerzas del orden en Chile durante esta última movilización social escala a 24 personas confirmadas, mientras muchos otros casos de fallecidos en extrañas circunstancias siguen siendo investigados.

  7. En la madrugada del lunes 21 de octubre, el Instituto Nacional de Derechos Humanos denunció que un grupo de tres adultos y un menor de edad fueron «crucificados» suspendidos a una antena utilizando esposas es en este recinto.

  8. Yo misma he accionado como parte de la colectividad desde 2018.

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