Reportes - Arte y mundo digital - Sureste Asiático

Si Xuan

Tiempo de lectura: 5 minutos

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11.12.2020

Medios creativos en una pandemia

Como parte de una colaboración de intercambio con Art & Market, una plataforma de medios centrada en la práctica y los negocios del arte en el sudeste asiático, presentamos el primero de tres artículos que profundizan en intereses comunes entre nuestras líneas editoriales en el marco de nuestro número 19, Solidaridad planetaria, un diálogo Sur-Sur entre las Américas y el Sudeste Asiático. En Medios creativos en una pandemia, la escultora Si Xuan reflexiona sobre cómo el compromiso artístico se ajusta al ámbito digital en el contexto de la pandemia de COVID-19.

¿Cómo se ha transformado la experiencia del arte dentro del contexto del COVID-19? Viene a mi mente el término hiperdiégesis acuñado por Matt Hill, profesor titular en la Escuela de Periodismo de Cardiff, descrito como un “espacio narrativo vasto y detallado, donde tan sólo una fracción del mismo es vista directamente”. Al hacer referencia a la manera de construir el mundo en los juegos y las películas, la hiperdiégesis se demuestra efectivamente cuando una narrativa que explora un pequeño porcentaje del mundo, abre nuevas extensiones imaginadas de ese espacio. Si bien el público extiende la vida real a narrativas de fantasía populares como El señor de los anillos y Blade Runner, también se puede decir lo mismo de forma opuesta donde se extienden narrativas y mundos ficticios al presente [la vida real], especialmente con la pandemia de COVID-19. El mundo digital suele ser una fuente de información sobre temas educativos, noticias, conexión e incluso arte. Sin embargo, en tiempos de COVID-19, se convierte no solo en un canal de información, sino en una forma de sobrevivir a los tiempos rápidamente cambiantes, así como en una forma para que les artistas puedan continuar su práctica.

Digitalizar el arte tiene efectos positivos: debido a que la mayoría de las personas se encuentran conectadas, hemos desarrollado más plataformas en común, y navegamos estos espacios digitales en busca de consuelo, entretenimiento o con el fin de conectar con nuestres compañeres. El término hiperdiégesis se enfoca en su medio como un recipiente que contiene las obras. Los materiales que artistas utilizan no solo significan su capacidad de inyectar obras y mensajes nuevos, sino también el cómo adaptan su arte a dichas plataformas. Al igual que el contexto general de la pandemia, las redes sociales y otros cuerpos tecnológicos tienen el poder de afectar la forma en la que se produce el significado. Ahora los cuerpos de obra tienen una amplia accesibilidad ya que poseen un medio común con las diversas noticias, memes y demás información difundida.

Al tener un espacio digital más amplio que todes compartimos, surgen nuevas iniciativas para el arte y la comunidad como waresnotwarehouses, quienes utilizan su plataforma para poner en marcha iniciativas como Mutual AidCommunity Solidarity. Estas iniciativas conectan a personas que necesitan recursos con quienes pueden otorgarlos. Por otro lado, existen páginas web como A-list, creada por el Consejo Nacional de las Artes de Singapur, dedicada a continuar con el disfrute existente en torno a las artes y la cultura desde la comodidad del hogar. Sustituyendo visitas a galerías por tours de 360 grados, librerías físicas por librerías virtuales y ofreciendo distintas actividades online para niñes, estas comunidades utilizan su presencia digital para tener un impacto positivo.

Otra iniciativa de arte en el mundo digital es la serie performática Wu Wei, proyecto inspirado en las enseñanzas de “no-acción” del filósofo Lao-Tse que mudó su contenido a Youtube a propósito del confinamiento. Presentado videos de 2 a 3 minutos grabados con los celulares de les artistas, estos reemplazan el espacio real con áreas comunes reconocibles como baños, dormitorios y corredores. Les artistes exploran temas relacionados con la materialidad, particularmente nuestra relación con materiales domésticos como hace Condition Precedent de Yen Phangand y Third Sculpted Skin de Aneesha Shetty. Por su parte, who am I serving? de Jillian Wong y Eat de Veronyka Lau transforman el espacio doméstico en uno performático, confrontando simultáneamente los límites de una obra performática remota. Todo esto contribuye a las narrativas para su audiencia: desde un espacio tridimensional con otras audiencias a uno que existe en una pantalla sin otras personas. La utilización de objetos encontrados comúnmente como materiales de trabajo se vuelve algo extrañamente íntimo mientras que la conexión a distancia provocada se exacerba.

¿La realidad digital es suficiente para reemplazar la experiencia físico-material? Y, ¿debe reemplazarla? Con el COVID-19 cambiando drásticamente la forma en que vivimos para el futuro previsible, las experiencias físico-materiales se vuelven una rareza; incluso en las pocas veces que he pisado fuera de mi puerta para buscar artículos esenciales, lo más presente en mi mente es esta hiperconsciencia y necesidad de mantener la higiene, olvidando así mi habilidad de disfrutar el entorno. Para les artistes cuyo trabajo requiere de una audiencia y/o de presencia física, la interacción espacial se vuelve insostenible y la experiencia distante, haciendo que sus piezas sean menos comprensibles e impactantes. ¿Es responsabilidad de les artistes adaptarse a cambios tan abruptos? Sin duda, la digitalización beneficia a aquelles que pueden pagar dispositivos y softwares actualizados, así como a aquelles que saben cómo utilizarlos. Mientras que los esfuerzos por preservar el circuito de arte local sean mediante convocatorias y becas, no todes podrán adaptarse a la digitalización fácilmente, y no todes podrán permitírselo. Ahora que cualquiera puede lanzar un negocio nuevo o crear convocatorias, el engaño es más frecuente y les usuaries están más alertas de los virus debido a la afluencia de descarga de contenido. Finalmente, con todes coincidiendo en las pocas plataformas populares, la sobresaturación de información es inevitable. Entonces, ¿cómo distinguir un trabajo del que le sigue?

Si bien ahora podemos recurrir a dispositivos tecnológicos para difundir información durante la pandemia de COVID-19, esto simultáneamente acelera nuestra atención en las pantallas, recordándonos nuestro estancamiento físico actual y dejando una sensación de desarticulación creciente. Por lo que, en el espíritu de la hiperdiégesis, podemos repensar la forma en la que se adaptan los circuitos a la situación actual. En vez de replicar la forma en la que interactuamos con el arte en el mundo físico-material, la cual parece crear una comparación a la experiencia en una galería o espacio físico real, quizás deberíamos abrazar la accesibilidad y el alcance de las plataformas digitales que los espacios físicos no pueden lograr y así permitirnos re-pensar la habilidad y asequibilidad del artiste a los cambios que experimentamos. Hacer uso de las comunidades digitales podría permitir espacios más inclusivos, además de modos de capturar las obras de arte más innovadoras, agenciando al artiste para que logre transmitir el zeitgeist actual. Con suerte, será más una cuestión de cuándo, y no de si superaremos el virus. Las obras creadas actualmente podrían ofrecer una mirada a estos días extraños y una estrategia para hacer frente a tiempos turbulentos..

Este texto se publicó originalmente inglés en en Art & Market el 24 de julio de 2020. El texto fue una entrada ganadora del concurso de escritura inaugural Art & Market «Fresh Take».

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