Reportes - EE.UU. - Estados Unidos

Paige Haran

Tiempo de lectura: 6 minutos

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03.06.2023

El Bronx en barroco

Paige Haran escribe sobre Third World Mixtapes: The Infrastructure of Feeling [Mixtapes del tercer mundo: La infraestructura del sentimiento] exposición individual de Shellyne Rodriguez en P•P•O•W

En su primera exposición individual en la galería neoyorquina P•P•O•W, Shellyne Rodriguez se centra en una parte vital de su extensa práctica: dar visibilidad y honrar la vida de les trabajadores. Third World Mixtapes: The Infrastructure of Feeling [Mixtapes del tercer mundo: La infraestructura del sentimiento] va más allá de una exposición, convirtiéndose en un marco para la expresión de la vida y la libertad, que se complementa con cursos, charlas comunitarias, una playlist y bibliografía.

Los 22 dibujos luminosamente detallados, basados en fotografías del entorno de la artista en el sur del Bronx, evocan un barroquismo en el que los objetos cotidianos, las consignas, les vecines y les camaradas adquieren un nuevo esplendor. Sus frases acuñadas, tales como «Broke Baroque» [Barroco en quiebra] o «Baroque from Below» [Barroco desde abajo], proceden del lenguaje vernáculo del hip hop y ofrecen una ventana a la sensibilidad cambiante de la artista.

«Broke Baroque», como Rodriguez explica en su entrevista de 2017 con el Jewish Museum, expresa que su obra es «emotiva, hace referencia a esos sentimientos existenciales atemporales sobre la vida y el sufrimiento». La remezcla del barroco —la expresiva época dorada de la Europa de los siglos XVII y XVIII— aporta un significado adicional. Del mismo modo que el hip hop ha servido durante mucho tiempo a la comunidad negra de Estados Unidos como forma de resistencia, el «Baroque from Below» no sólo expone, sino que reivindica el estilo como fuerza vital anti-imperial: «Cuando se trata de la gente del Bronx [mi obra] se convierte en una conversación sobre la supervivencia indignada y el ingenio».

Como un acto de archivo, los dibujos de Rodriguez en P•P•O•W rinden homenaje a ancianes y activistas del barrio, como la abolicionista y geógrafa Ruth Wilson Gilmore, la ex «primera dama» de Savage Skulls, Lorine Padilla, y la historiadora de los derechos de les homosexuales y el SIDA, Sarah Schulman. En los retratos, sus atuendos son energéticos y casi juguetones. Los pantalones naranjas de Gilmore, con sus múltiples tonos, están listos para saltar fuera de la página. Las obras bidimensionales te atraen para que entiendas a las figuras de la comunidad de una forma tridimensional.

El Bronx es para Rodriguez un ejemplo de lo que Gilmore denomina «infraestructura del sentimiento». En las enseñanzas de Gilmore y en el título de la exposición de Rodriguez, la «infraestructura del sentimiento» significa una geografía de la abolición; a pesar de la «geografía carcelaria» a lo largo de Estados Unidos, la gente de clase trabajadora puede unirse en el persistente acto de crear libertad y lugares. Tanto el barrio como la obra de Rodriguez están impregnados de inmigrantes del sur global —bangladesíes, cameruneses, chines, dominicanes, haitianes, mexicanes, nigerianes, puertorriqueñes, etc.— y descendientes de la Gran Migración dentro de Estados Unidos. Juntes han creado una topografía ornamentada y desafiante junto a la ciudad de Nueva York, «la periferia del imperio».

Al rendir homenaje a la vida cotidiana y a les trabajadores, Third World Mixtapes se inscribe en la línea de la Escuela Ashcan y de retratistas como Alice Neel; pero, más allá de elles, el uso generalizado que hace Rodriguez de la aliteración, los juegos de palabras y los anagramas se convierte en una forma de guerrilla artística. Sus tres Mixtapes, escenas a gran escala, se basan en los flyers de fiestas hip hop de los años ochenta, al estilo de Buddy Esquire, y transmiten tanto colaboración como movilidad social. Los titulares «Siwanoy Snakapins Style» y «Rananchqua Rockers» ponen en primer plano a les indígenas del Bronx. Al igual que las trayectorias diagonales art déco de los flyers de Esquire, Rodriguez ilustra la desafiante orientación de su comunidad que sigue abriéndose paso.

Otros momentos en los flyers de Mixtapes lanzan un hechizo. En BX Third World Liberation Mixtape no. 2 (Esquire Strikes Empire) [BX Mixtape de liberación del tercer mundo nº 2 (Esquire contra el imperio], el texto «Sink Vernon C. Bain» [Hundan Vernon C. Bain] está volcado y situado junto a una cuchara, una herramienta alguna vez utilizada en una fuga carcelaria y ahora símbolo de la resistencia palestina. Estos momentos son mensajes ocultos más que gestos arrolladores. El pequeño utensilio junto al grito de guerra para hundir Vernon C. Bain, una barcaza-prisión flotante de 800 camas en la ciudad de Nueva York, podría pasar fácilmente desapercibido en el estrecho mundo de los paisajes de Rodriguez. Tanto si le espectadore se percata de este emparejamiento como de la geometría sagrada de su arquitectura en espiral, conchas, números y caracoles, la magia y las semillas del levantamiento irradian. A través de pequeñas y constantes formas cotidianas, Rodriguez entreteje movimientos de liberación y fermenta su visión del mundo.

Cortesía de Shellyne Rodriguez y P·P·O·W, Nueva York, Fotografía de JSP Art Photography

En su dibujo The Common Denominator [El común denominador], la artista conmemora la realidad compartida de un radiador. Para todes les inquilines del edificio de Rodriguez, el radiador es un eje colectivo sobre el que giran sus vidas: si la caldera se rompe, todes lo resienten. Por ello, el radiador se convierte en el común denominador, movilizando a la gente en una lucha compartida. El común denominador se extiende incluso a las herramientas de la artista: lápiz de color sobre papel negro. Los materiales son accesibles, sencillos; pero, como demuestra Rodriguez, tienen el poder de metamorfosearse en insurgencia.

Rodriguez ha convertido todo en esta exposición, incluso el espacio de la galería, en una caja de herramientas políticas. Ella misma admite que la exposición es didáctica. Si le espectadore se queda más tiempo del que dura una mirada casual, encontrará las firmas de les grafiteres locales en tejados lejanos, un keffiyeh sobre un sofá, la histórica petición We Charge Genocide [Acusamos de genocidio] en una estantería. Estos detalles son un guiño a una fuerza vital bien informada en el barrio que no puede ser reprimida.

Si mezclas las letras de baroque [barroco] llegarás a quebrao, o quebrado. No siempre, pero a veces el ciclo del arte consigue girar más despacio que el de las noticias, destrozando lo que Rodriguez denomina la aceleración del tiempo del capitalismo. En Third World Mixtapes, llena de intimidad dibujada a mano y dobles sentidos, la obra encarna la profunda devoción de la artista por la comunidad. Una raíz que abre el camino.

Nota de la colaboradora:
Este artículo fue escrito durante el cierre de la exposición individual de Shellyne Rodriguez, a finales de abril. El pasado 24 de mayo, Rodriguez, profesora universitaria, fue despedida de Hunter College, después de un incidente con un grupo estudiantil anti-aborto en el campus, y posteriormente con una periodista de derecha de la publicación New York Post, quien se presentó en su domicilio privado.

Nota del editor:
Desde Terremoto reconocemos lo importante que es la articulación y movilización política contra el fascismo y toda forma de violencia que se desprenda desde ahí, mantenernos alertas y sensibles a lo que ocurre a nuestro alrededor nos demanda también acciones concretas en colectivo. Reconocer y nombrar los actos de fascismo que vehiculizan el racismo es una de ellas. Queremos expresar todo nuestro apoyo y solidaridad hacia la profesora y artista Shellyne Rodriguez. Toda ofensa es colectiva.

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