Blog - México Nuevo León San Pedro Garza García
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21.04.2020
Centro Roberto Garza Sada, San Pedro Garza García, Nuevo León, México
10 de diciembre de 2019 – 2 de mayo de 2020
Tras su salida de la penitenciaría de Lecumberri el 13 de julio de 1964, David Alfaro Siqueiros firma con el empresario Manuel Suárez y Suárez en septiembre del mismo año el contrato que da inicio al proyecto para decorar los muros de la denominada Capilla Siqueiros que estaría ubicada en el centro de convenciones del Hotel Casino de la Selva en Cuernavaca, Morelos. Con el mecenazgo de Suárez, Siqueiros echa a andar la gran máquina con la planeación y edificación de un gran Taller de tipo industrial, con las condiciones arquitectónicas y herramientas adecuadas, para ensamblar, mover y producir con asbesto-cemento paneles de grandes dimensiones, al tiempo de dar lugar a la creación de la denominada Escuela Taller Siqueiros, que albergaría a un equipo internacional y multidisciplinario que convertiría a este espacio en una especie de laboratorio de producción mural.
Para 1966 el empresario decide trasladar este gran proyecto al conjunto urbano del entonces denominado México 2000, en la avenida de los Insurgentes en la Ciudad de México. El objetivo fundamental para este momento era marcar en palabras de Siqueiros “La cuarta etapa del movimiento muralista mexicano”, desarrollando una propuesta plástica con alto sentido político y social, llevando a los muros y al espacio urbano la concepción de las luchas sociales a través de composiciones dinámicas, donde la pintura, la arquitectura, la escultura y la organización del trabajo colectivo y especializado, condujeran a un arte público integral que conviviera con un espectador en constante movimiento y con un proyecto de usos sociales múltiples (el Polyforum Siqueiros).
El conjunto arquitectónico en forma de diamante, fue desarrollado y proyectado por Siqueiros y los arquitectos, Guillermo Rosell de la Lama, José Ramón Miquelajáuregui, Álvarez Ordóñez, y los ingenieros Heberto Castillo, Ángel Múñoz y Luis E. Bracamontes. La estructura de concreto fue ejecutada con una nueva geometría y volumen, con las más modernas instalaciones tecnológicas y técnicas de ingeniería de la época, integrando una plataforma central giratoria con efectos de luz y sonido y rodeada de seis grandes secciones de piso a techo de pintura mural que tendría por título La marcha de la humanidad, en la tierra y hacia el cosmos, miseria y ciencia.
La presente muestra se integra por bocetos, croquis, maquetas, registros fotográficos y fílmicos llevados a cabo por el artista en su taller de Cuernavaca. En ellos se puede apreciar la concepción temática, el estudio y adecuación de espacios tanto del interior como del exterior de la obra. Un procesos de trabajo que Siqueiros empleó hasta el final de sus días.
—Texto y curaduría por Mónica Montes y Joel Pérez
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David Alfaro Siqueiros (1896-1974) fue un fructífero pintor y activista político. En el arte destacó como miembro de la Escuela Mexicana de Pintura al lado de Diego Rivera y José Clemente Orozco. A principios de los años veinte, bajo el patrocinio gubernamental realizó obras murales en diversos edificios públicos. Abogó por un arte público al servicio del pueblo expresado principalmente a través de la pintura mural. En este deseo, buscó espacios completos y superficies cóncavas y convexas, que le permitieran captar el rápido tránsito del espectador contemporáneo, concibió una composición móvil, dinámica y dentro de ella precisó los valores cambiantes de los cuerpos geométricos en el espacio, lo mismo que la importancia determinante para la pintura mural de los fenómenos ópticos. Su inclinación por lo experimental lo llevo a la utilización de materiales plásticos modernos, silicones, vinelitas, piroxilinas y acrílicos, así como al estudio escrupuloso de la química de los pigmentos.
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https://crgs.udem.edu.mx/arte-arquitectura-y-diseno
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