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11.08.2017
La Tallera, Cuernavaca, Morelos, México
22 de julio de 2017 – 8 de octubre de 2017
Artistas: Fritzia Irízar, Iván Puig y Andrés Padilla Domene, Miguel Ángel Madrigal, Teresa Burga, Eloy Tarcisio, Pedro Reyes, Roman Signer, Alexander Apóstol, G.T. Pellizzi, Fabián Marcaccio, Marcela Armas, Ana Mercedes Hoyos, Simon Starling, Mario García Torres, Yto Barrada, Stefan Brüggemann, Adad Hannah, LakeVerea, Marek Wolfryd & Marco Aviña en colaboración con Sergio Calderón
El acervo de arte contemporáneo que desde comienzos de este siglo reactivó el INBA para su red de museos se ha construido desde paralelismos en las estrategias de adquisiciones de obra; no siempre constantes. No obstante, se han diseñado estrategias específicas para subsanar estas ambigüedades, ya sea desde las iniciativas provenientes de museos hasta la creación de comités de adquisición, donaciones y decretos de recaudación tributaria. Dichas prácticas aún necesitan consolidarse para convertirse en políticas culturales sólidas que puedan, no sólo fortalecer la vocación de cada museo, sino que favorezcan el estudio y conservación de los distintos modos de producción cultural en nuestro país.
Así, esta exhibición presenta parte de la colección de arte contemporáneo que ha conformado el Proyecto Siqueiros: Sala de Arte Público + La Tallera desde su unificación en el año 2009 y el comienzo de sus políticas de coleccionismo en 2012. Asimismo, reúne piezas de otros recintos museísticos del INBA –Museo de Arte Moderno, Museo Tamayo, Museo de Arte Carrillo Gil y Laboratorio Arte Alameda– que se han ocupado del crecimiento de acervos del mismo periodo. Esta muestra ofrece una reflexión sobre la formación de fondos especializados en el arte de la última década del siglo XX y principios del XXI. A la vez, propone que la conformación de éstos trae aparejadas preguntas sobre las narrativas del arte contemporáneo en México, a través de las políticas públicas.
Como resultado de estas inquietudes, la selección de obras está atravesada por cuatro ejes: Políticas de coleccionismo público, Cualidades de las colecciones, Conservación de obras de arte contemporáneo e Investigación y puesta en público de las obras. En conjunto, estos lineamientos despliegan una serie de preguntas entrelazadas acerca de las políticas culturales, las materialidades que limitan su resguardo y los criterios de selección, que permiten su inclusión en los acervos públicos. De igual manera, nos preguntamos qué dice y de qué da cuenta este conjunto de obras sobre el arte producido en nuestro país en los últimos años. Estas interrogantes están presentes en las piezas que integran la exposición. Esta exhibición se ubica en relación a la muestra realizada en el Museo del Palacio de Bellas Artes en el año 2011, que analizó los primeros pasos dados por el Instituto en relación a la reactivación de políticas de adquisición de obra patrimonial.
En suma, esta muestra reúne una serie de obras que permiten reflexionar acerca de una o más problemáticas en torno a la práctica del coleccionismo público, que es una manera institucional y pública de escribir la historia de un periodo del arte en México; de ahí la importancia de su estudio. Son cuatro los ejes temáticos que la entrecruzan:
1. Políticas de coleccionismo público
A través de este eje se exploran los mecanismos y criterios institucionales que, durante los últimos años, han posibilitado o dificultado la formación de los acervos de arte contemporáneo públicos en el país. Las obras que se articulan desde este ángulo nos permiten desplegar una serie de interrogantes sobre las virtudes y carencias de las políticas públicas vigentes en esta materia. Son una invitación a reflexionar cómo opera el complejo sistema administrativo, jurídico y político en la toma de decisiones sobre qué entra o se deja fuera de las colecciones públicas. El programa “Pago en especie” – mediante el cual los artistas pueden entregar obras para cubrir el pago de sus impuestos-, los comités de adquisición, las donaciones de obras y el “Programa Retribución Social del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA)” son ejemplos de los mecanismos de los que se valen los museos de la administración pública para fortalecer sus acervos.
Los principios de organización de las colecciones en los museos públicos revelan qué producciones artísticas son asimiladas y cuáles marginadas por la construcción crítica de la época. Para reflexionar sobre ello, en la muestra se incluyen obras como la del artista mexicano G.T. Pellizzi, que desde la crítica institucional confronta las grietas y virtudes – especialmente las económicas – del sistema de museos.
2. Cualidades de las colecciones
Como ha señalado la investigadora Ana Garduño, de quien retomamos el título de esta muestra, las colecciones de arte son como mapas en construcción: propuestas inacabadas, siempre a la espera de ser reconfiguradas. En tal sentido, mediante una revisión de los acervos y las bases de datos, este eje propone una reflexión acerca de las líneas discursivas de las colecciones, así como de los criterios de inclusión y exclusión de obras en ellas.
Cada uno de los museos del Instituto Nacional de Bellas Artes tiene sus propias líneas curatoriales de adquisición. En los casos que hemos revisado, podemos destacar la visión internacional del Museo Tamayo, que retoma esa línea de la perspectiva que tuvieron sus fundadores para su colección de arte moderno. El Museo de Arte Carrillo Gil, por otra parte, desde su colección y fundación, da cuenta de la labor coleccionista del Dr. Álvar Carrillo Gil; asimismo, se trata de un espacio que ha dado cabida, como pocos, a jóvenes generaciones de artistas mexicanos. Por otro lado, el Museo de Arte Moderno traza una línea entre el arte moderno nacional y latinoamericano con la actual producción de arte. En el caso específico del Laboratorio Arte Alameda incluimos una de las tres piezas que conforman su reciente acervo, el cual tiene como uno de sus ejes la consolidación de un programa de conservación de nuevas tecnologías. El joven acervo de obra contemporánea del Proyecto Siqueiros: Sala de Arte Público + La Tallera se inspira en el legado de David Alfaro Siqueiros e incluye obras que tensan las relaciones entre arte y política, su condición pública y experimentación formal.
En diálogo, cada una de las piezas provenientes de estos acervos abre la pregunta de hacia dónde se dirigirán estos esfuerzos para continuar el estudio de movimientos y procesos artísticos de finales del siglo XX y lo que viene del XXI.
3. Conservación de obras de arte contemporáneo
Con el coleccionismo del arte contemporáneo, una práctica relativamente reciente, se han manifestado también nuevos retos. Entre ellos, los desafíos de resguardar y conservar obras realizadas con diversos materiales: elementos efímeros, orgánicos y objetos de la vida cotidiana, entre otros. En tal sentido, la tarea de coleccionar y poner en público estas producciones requiere no solamente de los museos sino que, en México, involucra también a otros profesionales de instituciones como el Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (CENCROPAM, INBA), la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM, INAH) y el Laboratorio de Diagnóstico de Obras de Arte (Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM). Estas entidades se encargan de desarrollar nuevas líneas de investigación desde la perspectiva material de las obras, experimentando metodologías de conservación que contemplan el acompañamiento de los conservadores en la producción de las obras y el reconocimiento de la relevancia de los acervos documentales, que permiten una comprensión más profunda de los procesos de creación artística.
Plantear un eje temático sobre la conservación de obras de arte contemporáneo tiene como motivación preguntarnos qué implica, con miras al futuro, el resguardo, investigación y puesta en público de este tipo de obras. Diversos trabajos incluidos en la exposición plantean retos de índole material, pero destacamos la obra de Marcela Armas, Circuito interior (2008), coleccionada por el Laboratorio Arte Alameda y en cuya concepción se incluyó un proceso de conservación experimental realizado en colaboración con un egresado de la ENCRyM.
4. Investigación y puesta en público de las obras
Las colecciones son uno de los fundamentos más importantes de los museos. Cada una de las piezas resguardadas en estos recintos pertenecen a un eslabón en la historia del arte. Los investigadores y especialistas en este tema realizan trabajos de análisis que permiten poner en tensión las narrativas de las producciones culturales de una época. Una exposición es una salida a estas indagaciones y permite poner en público estos nuevos estudios. Una misma colección puede tener múltiples aproximaciones y lecturas: posibilidades que amplían los horizontes de comprensión de un mismo fenómeno cultural.
El arte contemporáneo y su historia se enfrentan a una proximidad temporal que, según algunos detractores, no permite tener una distancia crítica para poder analizar estos fenómenos artísticos. No obstante, esto nos dejaría sin una reflexión propia del tiempo que lo ha producido. Para México, el estudio del arte contemporáneo es sumamente reciente. En las últimas dos décadas del siglo XX y las primeras del XXI se observaron cambios en los procesos artísticos, los cuales no sólo trastocaron el sistema cultural o exploraron nuevos soportes, materiales, actitudes y tecnologías, sino que también plantearon una nueva relación entre los públicos y las obras. De igual manera, fenómenos como el neoliberalismo y la globalización trastocaron las dinámicas de producción del arte. Todos estos engranajes son los que permiten ofrecer distintas lecturas de un mismo fenómeno. Este eje, por tanto, invita al público a pensar en aquellas relaciones no vistas para las obras.
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