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26.12.2016
Yautepec, Mexico City, México
17 de noviembre de 2016 – 14 de enero de 2017
No hagas preguntas, ¡sólo intenta esto!
Nunca he sido fanático de los espacios cerrados, el silencio, ni la oscuridad, la verdad.
Dentro de este compartimiento, tú te conviertes en el sonido.
Puedes oír tu corazón latiendo y tus pulmones
bombeando.
Ahora mi estómago ruge más fuerte.
Soy un manojo de nervios con CHORROCIENTOS de preguntas
(¿sentiré claustrofobia? ¿me sacaré de onda por lo que es? ¿Y qué si pierdo el control y quiero salir?)
Y sólo me relajé y pasé un rato increíble.
Y salí sintiéndome… ligero.
En los primeros minutos, mi mente hervía con
ideas aleatorias
pero me enfoqué en mi respiración y empecé a sentir
cada vez más tranquilidad.
Como si me acabaran de dar un masaje.
Como si apenas terminara de meditar.
Como si apenas despertara después de dormir un día.
Y esta es una experiencia muy desconcertante.
¿Cómo terminé desnudo en el departamentomentomentomento de un desconocido?
Flotar en un tanque oscuro puede ser un salto de fe.
Mientras se ajustan tus ojos, ves cosas.
Tal vez ni estén ahí. No tienes
ni una pista. Ni una pista.
Eliminas las señales de percepción que permiten balancearte
y maniobrar. Es nuestra fantasía de escape de siempre.
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