25.11.2015
by Natalia Valencia, Turín, Italia
6 de noviembre de 2015 – 8 de noviembre de 2015
Este año Artissima incluyó una selección más amplia de galerías además de sus expositores habituales. Las elaboradas y bien conceptualizadas secciones temáticas de la feria han sido, como es bien conocido, diseñadas por un comité de más de 50 curadores establecidos (en su mayoría basados en América del Norte y Europa), proporcionando amplias opciones para instituciones y para el privado; está la sección de oscuras joyas del pasado, así como la visionaria sección de artistas emergentes, de la que salió la estrella más solicitada del panorama joven de Nueva York, Rachel Rose, ganadora del premio Illy Present Future 2014, inaugurando exposición individual en el Castello di Rivoli durante la feria y habiendo tenido recientes exposiciones individuales en el Whitney en Nueva York y la Serpentine en Londres.
Entre los nuevos expositores se encontraba una representación muy desigual -en cuanto a la calidad de sus programas- del panorama de galerías jóvenes de Ciudad de México, entre ellos Marso y Proyectos Monclova. Tal vez esto se debe al similarmente desigual éxito en ventas para las galerías latinoamericanas en la feria. Varios de estos galeristas latinos ven la feria más en términos de afianzar relaciones públicas con las instituciones europeas, pero esto no es necesariamente accesible (o prioritario en medio de la crisis) a todo el mundo.
La conocida sección de performance estaba asignada a un cubo blanco en una esquina del óvalo pero se expandía a lo largo de la feria de acuerdo a cada proyecto. Una de las obras específicamente dirigidas al contexto era el video de Kasia Fudakowsky, (Second chance, 2015), en la que la artista se disculpaba ansiosamente ante su galerista -y ante el mundo del arte en general- por sus modales supuestamente erráticos, poniendo en escena de manera irónica un comportamiento profesional femenino lamentablemente familiar, guiado por el auto-saboteo y la auto-invisibilización y relacionado con representaciones de género opresivas.
El sector In Mostra con su muestra Inclinazioni comisariada por Stefano Collicelli Cagol también contó con preciosas piezas del siglo 20 pertenecientes a varias instituciones de la ciudad como GAM, Fondazione Re Rebaudengo y Fondazione Pistoletto, entre otros; éstas aparecían inevitablemente descontextualizadas, como le sucede a cualquier colección o archivo coherente cuando se trasplanta a la homogeneización efímera de una feria.
La galería parisina Antoine Levi, admirable por su ojo incisivo, instaló dos sólidos stands de delicadas esculturas por Alina Chaiderov, Francesco Gennari, Olve Sande y Sean Townley, ganando el Premio Illy de esta edición con las piezas de Chaiderov. Recientemente, Levi también desarolló París Internationale, la feria alternativa a la FIAC, junto con otros colegas incluyendo a Guillaume Sultana (Galerie Sultana), también presente en Artissima con pinturas abstractas por Jacin Giordano. Así es que Turín demuestra ser un punto de encuentro especial para estos jóvenes talentos en el cual intercambiar ideas con colegas europeos y extranjeros.
Con el exquisito estilo de vida de la ciudad, los visitantes podían disfrutar de las trufas blancas de invierno en el vecino restaurante Eataly italiano, luego ir a la feria y tomar un prosecco durante su visita a las secciones. Para las pausas, VIPs podían tener acceso a un salón con un nombre confuso: «Opium Den.» (ático del opio) ¿Estabas destinado a salir de tal ático sintiendo una especie de spleen Piemontese? O más bien lamentando el ver otro cliché cultural en este tipo de eventos? No obstante, el spleen Piemontese seguramente existe, aunque probablemente se encuentra en otra parte; la feria es una gran excusa para ir tras de él.
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