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México
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Esta muestra reúne momentos pictóricos relacionados con los conceptos de desesperación, poder, depredación y descanso; y cuatro retratos en una escultura tríptico.
Vértigo –una “sensación de giro y pérdida de equilibrio, asociada particularmente al mirar hacia abajo desde una gran altura”– es el efecto que Ángela Ferrari crea con sus pinturas monumentales, en particular con su pintura más grande hasta la fecha, titulada Sangre y polvo.
Sin embargo, en el caso de esta pintura, el espectador no mira hacia abajo desde una gran altura, sino que mira hacia arriba, estirando el cuello para ver todo el lienzo y sintiendo como si estuviera siendo engullido por la pintura. No sólo la escala de la pintura causa esta sensación, sino también la perspectiva en la que fue pintada. Las plantas (a veces pintadas mucho más grandes que el tamaño real), hacen que el espectador se sienta como si estuviera dentro de la pintura, caminando a través de una jungla o un bosque, y los animales de arriba, lanzándose por el cielo, fomentan una sensación de estar perdido en espacio. A través de lo que parece haber comenzado como una representación de la persecución, del «deporte» de cacería, como una alegoría a la colonización y la violencia, una representación del poder, del poder a través de la representación, de la narración a través de las formas de la representación, una autoeducación sobre la representación de la flora local; Enunciar dinámicas depredadoras parece construir un universo animal de múltiples capas con un enfoque feminista de un género de pintura para abordar los cuerpos en un momento de vulnerabilidad.
Esta muestra reúne momentos pictóricos relacionados con los conceptos de desesperación, poder, depredación y descanso; y cuatro retratos en una escultura tríptico.
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