Les artistas trabajan en la intersección entre el reconocimiento de ontologías fronterizas y el fin de la era de brutalidad y violencia en Latinoamérica, centrando su producción e investigación en el norte de México, al irrumpir con imágenes que reflexionan sobre la vigilancia y el material histórico. Estas investigaciones dan lugar a una serie de instalaciones y objetos que hablan sobre las rupturas aún presentes en dichos territorios, así como las dinámicas de opresión que emergen entre los minerales, animales, humanes/no-humanes y las formas de vida vegetal, tanto en el desierto como en cualquier lugar, para estudiar las memorias del futuro y las condiciones radicales del presente.