Marginalia - Argentina

Colectivo popular YoNoFui

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31.05.2024

Abolir las cárceles para hacer otros mundos.

Nos interesa traer el registro de las prácticas que atraviesan el quehacer artístico contemporáneo, es por eso que invitamos al colectivo popular YoNoFui a compartir el marginalia 99 desde la pedagogía y la provocación de imaginarios antipunitivos y anticarcelarios.

La derecha en América Latina ha venido organizando los poderes a través de la financiarización de la vida y de los capitales concentrados, hoy gobierna a través de la democracia. Tal cómo está sucediendo en nuestro país (Argentina): se ha vuelto a instalar la idea de terrorismo para crear varios perfiles renovados de enemigos internos. Esta vez, los enemigos internos son todxs aquellxs que cortan el flujo del libre mercado. No olvidemos que el mercado es, entre otras cosas, cultural. El gobierno está librando lo que llaman una “batalla cultural” y hay quienes dicen que estas batallas son pantallas para no hablar de lo que realmente está sucediendo: que el empobrecimiento de la población está tocando picos inauditos. Hace poco tiempo entendimos que la política cultural de nuestras emociones, es parte de la misma guerra económica y no asuntos separados. Son guerras que se superponen y se complementan.

 

somos la muerte de la moral, somos guerrilla de la subversión sexual

Actualmente los tejidos sociales están resquebrajándose a una velocidad insólita, al punto que este gobierno encuentra cierta legitimidad para amenazar con devolver facultades delegadas a las fuerzas armadas que les permitan intervenir en casos de seguridad interna, una práctica que se había erradicado luego de la última dictadura cívico-eclesiástica-militar. El plan en alianza con Estados Unidos, de Bukelizar la región, está en marcha.

Creemos necesario actuar y movernos sobre los tejidos que se van desgranando. Hacerlo con acciones concretas como la del 8 y el 24 de marzo: dos marchas en las que salimos a las calles con la Columna Mostri, una confluencia de colectivos activistas que nos identificamos como Mostris, ampliando de este modo el espectro identitario de los feminismos y también de los derechos humanos. El 24 de marzo, «Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia», entramos a plaza de mayo con miradas de complicidad al grito de: “somos la muerte de la moral, somos guerrilla de la subversión sexual”.

Como colectivo YoNoFui tenemos 22 años de historia, son muchos contextos y gobiernos los que atravesamos conjuntamente. Nacimos en la cárcel de Ezeiza, con un taller de poesía. En momentos cómo los de ahora, donde todo se complejiza con gobiernos que fomentan el individualismo y la desconfianza, armar colectivo es un modo de sostener aquello que quieren hacer desaparecer.

Luego de la pandemia, a partir de la irrupción de múltiples situaciones de malestares y padecimientos, formalizamos nuestro espacio de Salud Mental, convocándonos a pensar sobre este tema con toda la complejidad que arrastra y con la ayuda de personas que lo trabajan. Este ámbito de acción se organiza hoy en dos grupos: Afectividades y Cuidados Colectivos que son espacios terapéuticos sin jerarquías, grupos de pares y apoyo mutuo donde lo que prima es la experiencia y la escucha. Somos un colectivo que, tanto en nuestros espacios pedagógico como en las manifestaciones en las calles y nuestras reuniones colectivas, lo que intentamos es crear un común no homogéneo que nos permita transformar la vida, crear mundo, habitarla entre diferentes. Creemos que esto es un gesto hacia una salud mental colectiva, no nos referimos a la salud mental hegemónica que tiene por sobre todo los mandatos de la felicidad y del bienestar. Más bien se trata de compartir padecimientos, tristezas, misterios, goces y demás para colectivizar estrategias emocionales en un contexto que intenta quebrarlas.

A finales del 2023, a una semana de que Javier Milei ganara las elecciones, realizamos «Justicias Alternativas: Encuentro internacional antipunitivista y abolicionista penal», que duró 3 días. El primero fue un festival llamado «sentimientos antipunitivistas», nos congregamos en la puerta de nuestra casa colectiva, montamos un escenario, bailamos y dimos apertura al encuentro con un alegato performático que se llamó «juicio a la justicia», también dimos por inaugurada la primera biblioteca anticarcelaria y abolicionista penal. El segundo día se llamó «afectos abolicionistas», tres talleres y un conversatorio en un teatro cuir de la ciudad de Buenos Aires y por último «el II Parlamento de Ladrones y Desviadxs», una amplia reunión que duró 6 horas donde invitamos personas cercanas a exponer sobre abolicionismo penal y justicias alternativas. Este encuentro en el que participaron activistas, artistas, putas, discas, locxs, mostris, personas privadas de libertad, comunicadores, periodistas, docentes de varies latitudes nos permitió seguir amplificando y creando de manera colectiva una lengua antipuntivista sudaka para expandir los imaginarios políticos y darle forma a las prácticas de justicias alternativas.

Este año, impulsados por la arenga del encuentro, lanzamos nuestra escuela YoNoFui: artes, oficios y experimentación política, un proyecto que nos permite materializar un recorrido de aprendizaje y que tiene la particularidad de ser abierta y gratuita para quienes quieran resonar con nuestras prácticas. Desde nuestros comienzos, nuestras prácticas pedagógicas están más enfocadas a los talleres artísticos y a espacios de experimentación política por fuera de las instituciones tradicionales porque creemos necesario poder torcer las jerarquías que se crean al interior del aula, partiendo del supuesto de que todxs tenemos un saber para poner en común. Para eso creamos una mezcla entre docentes que son amigxs políticos y alianzas cercanas de activistas, artistas, docentes, trabajadoras sexuales, discas, locxs, trabajadorxs de la salud mental, etc. Creemos fundamentales estos espacios porque son arengadores de transformación colectiva.

YoNoFui es un colectivo antipunitivista, abolicionista penal, anticarcelario y antifascista, estas categorías no son para nosotrxs enunciados o meras etiquetas si no el resultado de caminar en contextos heterogéneosde y las prácticas cotidianas. El punitivismo es una manera de vivir, de organizar ideas y de vincularnos. Es un afecto, una forma de composición y de pegoteo de lo social que configura nuestras vincularidades en el cotidiano, provocando desconfianza y marcando a lxs otrxs como una posible amenaza. Es una de las pedagogías favoritas del capitalismo mundial integrado para gobernarnos, por lo tanto sostenernos colectivamente es una práctica común contra los exterminios de nuestras formas de vida. Abolir las cárceles y los punitivismos para hacer de este mundo, uno habitable.

 

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