
A partir de la muestra «Dja Guata Porã: Río de Janeiro Indígena», lxs curadorxs Sandra Benites y Pablo Lafuente reflexionan sobre las potencias discursivas y los agenciamientos que las comunidades indígenas de Brasil pueden llegar a tener desde el dispositivo expositivo e institucional, y así cuestionar el concepto de objeto artístico frente a las producciones de estas comunidades.
Vista de la exposición Dja guata porã: Río de Janeiro indígena en el Museu de Arte do Rio, 16 de mayo de 2017 al 25 de marzo de 2018. Imagen cortesía de lxs autorxs Dja Guata Porã: Rio de Janeiro Indígena, exposición presentada en el Museu de Arte do Rio, del 16 de mayo de 2017 al 25 de marzo de 2018, fue un proyecto colectivo y colaborativo de construcción entre comunidades indígenas del estado de Río de Janeiro y representantes de comunidades indígenas de otras regiones, como Josué Kaingang, Anari Pataxó y Edson Kayapó, en conjunto con un equipo curatorial compuesto por Clarissa Diniz, José Ribamar Bessa y nosotrxs dos, así como un grupo de investigadores, además de los equipos permanentes del museo. El proyecto se construyó por medio de una serie de encuentros que comenzaron en 2016 en el museo y en aldeas ubicadas en Río. Los encuentros sobre temas generales o específicos —tales como visiones indígenas de lo que podríamos llamar arte, o los roles de las mujeres indígenas actualmente dentro y fuera de sus comunidades— reunían aproximadamente a treinta o cuarenta personas, indígenas y no-indígenas, para conversar sobre aspectos temáticos, de proceso o estructura, que darían forma a la exposición o serían desarrollados en ella. Todo con base en una convicción: la imposibilidad de pensar que el museo puede tratar cuestiones, culturas o personas y grupos indígenas como trata lo occidental y sus nociones de arte, artista o público. Para ello, optamos por un formato que nos resultó obvio: reunirnos para hablar de lo que podría y debería acontecer; pensar en grupo, desde posiciones diferentes, sobre qué hacer juntxs. Esto después de decidir si hacer juntxs tendría sentido, porque la necesidad —o tal vez simplemente la conveniencia— de esa presencia no debía y no podía estar decidida antes de comenzar. Vista de la exposición Dja guata porã: Río de Janeiro indígena en el Museu de Arte do Rio, 16 de mayo de 2017 al 25 de marzo de 2018. Imagen cortesía de lxs autorxs En Brasil las poblaciones indígenas son poco reconocidas por el grueso de la población, y no es difícil oír relatos de discriminación o de total ignorancia. En los libros escolares y medios de comunicación aparecen constantemente estereotipos de “indios genéricos” [1], como si fueran “seres del pasado”, y pocas instancias muestran particularidades como la diversidad lingüística o cultural de los aproximadamente 300 pueblos indígenas que hoy existen. Por eso mismo, creemos necesario que los indígenas tomen el espacio de museos, universidades y bibliotecas. De ahí la decisión de ocupar el Museu de Arte do Rio, para procurar mostrar las múltiples realidades de los pueblos indígenas del estado de Río desde sus percepciones y complejidades. Sin inocencia respecto a intereses y dinámicas presentes en el museo, pero también evitando que el cuidado necesario —para no ser cooptado— nos paralice, porque el museo es un instrumento más.
Incluso si intentáramos abordar las prácticas guaraníes desde lo que los blancos llaman, o llamamos, arte, son muchas las precisiones, los ajustes, y las reservas que se requieren.A pesar de existir hoy en Brasil algunas pesquisas académicas hechas por miembrxs de comunidades indígenas, la presencia de estas perspectivas no parece suficiente pues la invisibilidad persiste. Es por eso que asumimos fundamental promover la producción cultural de indígenas desde una posición de protagonismo, garantizando su presencia en (casi) todas las áreas de trabajo de la exposición, desde la curaduría al diseño gráfico e identidad visual, hasta las actividades de mediación y eventos públicos para la elaboración de materiales —obras o, si queremos, arte— que fueran exhibidos. Vista de la exposición Dja guata porã: Río de Janeiro indígena en el Museu de Arte do Rio, 16 de mayo de 2017 al 25 de marzo de 2018. Imagen cortesía de lxs autorxs Durante el proceso de planeación y construcción de la exposición, se conjugaron obvias diferencias cuyas implicaciones no eran tan claras entre guaraníes y Pataxó, quienes viven en aldeas; indígenas Puri en un movimiento de resurgencia, de reconstitución como pueblo; indígenas viviendo en contextos urbanos, de aproximadamente 17 etnias diferentes, residentes en la ciudad de Río temporal o permanentemente; y no-indígenas (jurua como se les dice en guaraní), trabajando para el museo como educadorxs, productorxs, curadorxs, investigadorxs, o invitadxs por el museo para contribuir a ese proyecto. Algunxs de ellxs estaban familiarizadxs con las realidades indígenas de Río o Brasil, otrxs no tenían contacto o experiencia alguna. Dicha heterogeneidad puso en contraste procesos, estructuras y requisitos, modos de hacer, y modos de presentar expectativas y retribuciones.
A partir de la muestra «Dja Guata Porã: Río de Janeiro Indígena», lxs curadorxs Sandra Benites y Pablo Lafuente reflexionan sobre las potencias discursivas y los agenciamientos que las comunidades indígenas de Brasil pueden llegar a tener desde el dispositivo expositivo e institucional, y así cuestionar el concepto de objeto artístico frente a las producciones de estas comunidades.
Incluso si intentáramos abordar las prácticas guaraníes desde lo que los blancos llaman, o llamamos, arte, son muchas las precisiones, los ajustes, y las reservas que se requieren.A pesar de existir hoy en Brasil algunas pesquisas académicas hechas por miembrxs de comunidades indígenas, la presencia de estas perspectivas no parece suficiente pues la invisibilidad persiste. Es por eso que asumimos fundamental promover la producción cultural de indígenas desde una posición de protagonismo, garantizando su presencia en (casi) todas las áreas de trabajo de la exposición, desde la curaduría al diseño gráfico e identidad visual, hasta las actividades de mediación y eventos públicos para la elaboración de materiales —obras o, si queremos, arte— que fueran exhibidos. Vista de la exposición Dja guata porã: Río de Janeiro indígena en el Museu de Arte do Rio, 16 de mayo de 2017 al 25 de marzo de 2018. Imagen cortesía de lxs autorxs Durante el proceso de planeación y construcción de la exposición, se conjugaron obvias diferencias cuyas implicaciones no eran tan claras entre guaraníes y Pataxó, quienes viven en aldeas; indígenas Puri en un movimiento de resurgencia, de reconstitución como pueblo; indígenas viviendo en contextos urbanos, de aproximadamente 17 etnias diferentes, residentes en la ciudad de Río temporal o permanentemente; y no-indígenas (jurua como se les dice en guaraní), trabajando para el museo como educadorxs, productorxs, curadorxs, investigadorxs, o invitadxs por el museo para contribuir a ese proyecto. Algunxs de ellxs estaban familiarizadxs con las realidades indígenas de Río o Brasil, otrxs no tenían contacto o experiencia alguna. Dicha heterogeneidad puso en contraste procesos, estructuras y requisitos, modos de hacer, y modos de presentar expectativas y retribuciones.
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