Proyector - cuerpo - Colombia

Will Fredo

Tiempo de lectura: 7 minutos

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27.05.2021

Sexual Healers TV (2020) by Will Fredo

Proyector presenta «Sexual Healers TV» un proyecto en proceso de Will Fredo sobre trabajo sexual creado como un canal de arte proheaux (pro-putismo) dedicado a la política corporal.

2020, video HD, 54:47
Video disponible hasta el 7 de junio
Más información sobre le artista en su website.

2021, video HD, 15:00
Este video está en alquiler a través de Vimeo On Demand. Como parte del concepto de la obra de arte, el 30% de la tarifa de alquiler pertenece al performer Erik.

Si abreviar los insultos raciales y de género ha servido para la reutilización ética de un lenguaje históricamente violento, subvertir los coloquialismos despectivos dotándolos del mismo excedente semántico que se usa habitualmente para cimentar las jerarquías de clases puede ser un dispositivo político igualmente eficaz. Tal era el pensamiento detrás de la tentativa auto-declarada de thotscholar de la noción proheauxismo (o pro-putismo) de la cuarta ola feminista: “derivada del pro-hoe más coloquial. (Ortografía alterada para reflejar la diferencia y el refinamiento.) Mujeres Negras o Prietas (mujeres y femmes, cis o trans) que son pro-sexo y/o son trabajadoras sexuales que apoyan los derechos de las trabajadoras sexuales. Comprometidas con el empoderamiento colectivo y personal, no solo sexualmente, sino a través de la seguridad económica sin juicio de los medios para lograrlo. Radicalmente promiscuas y orgullosas de ello.» Una premisa compartida por le artista Will Fredo y destacada por su proyecto titulado Sexual Healers TV, lanzado en Mouches Volantes en Colonia, Alemania, en 2020.
Sin embargo, el lenguaje gramatical es solo el andamio sobre el cual la sofocante (eurocéntrica) semántica de la representación visual contemporánea puede afirmar su autoridad hegemónica. Junto con el advenimiento de las cámaras, OnlyFans y la proliferación de polémicas feministas de cuarta ola en torno a la complicada (o, quizás, prometedora) polinización cruzada de la política corporal interseccional, el trabajo sexual y la tecnología, la instalación de video de cuatro canales de Fredo sugiere que el discurso y el cambio social están jadeando, tratando de mantenerse al día con la furia digital en la cual, para bien o para mal, han caído presas. Combinando investigación sociológica, ficción y humor con una estética ambiguamente ciné-vérité, Sexual Healers TV pregunta: ¿Cómo es, puede y debe ser el trabajo sexual digno y democratizado en una era post-woke del capitalismo digital?
Irina Baconsky para Sleekmag

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Una de las razones para crear Sexual Healers TV (SHTV) fue que quería generar un lugar «pospornográfico», como lo describe el artista Wink van Kempen,[1] es decir, con contenido audiovisual con elementos pornográficos y de carácter político, crítico y de objetivo humorístico; pero sin excluir lo masturbatorio y sin caer en nociones institucionales de respetabilidad. Por eso era crucial para mí crear también contenido para adultos para la plataforma, presentándome a mí misme en ella. Esta suerte de video porno esta lejano de ser el material habitual de una sesión de masturbación de 15 minutos, ya que viene con palabras habladas y gráficos que involucran una variedad de temas relacionados, desde el código moral de Napoleón que dio forma a las leyes coloniales en todo el mundo, hasta Alejandra, trabajadora sexual trans VIH positiva que murió en Colombia después de que se le negara la asistencia médica.

No caer en moralismos también es algo muy importante para Leo Galileo a quien entrevisté para SHTV en su estudio de Bogotá. A través de sus canales en línea, Leo no solo habla y muestra su pornografía, sino que también habla sobre cuestiones sociopolíticas, ya sea que estén relacionadas o no con el porno o el sexo. Leo también es abogado; hablamos sobre lo difícil que fue para él salir del armario como actor porno y al mismo tiempo ser abogado de derecho penal. Lo que es interesante para les dos es también ser críticos con todas las industrias en las que trabajamos e identificar los caminos donde se cruzan. Uno de los objetivos de SHTV es imaginar y experimentar con nuevas formas de ciudadanía, inspiradas en cómo nuestras industrias (no) funcionan. Entonces, una de las cosas que estoy probando es que cualquiera que filme escenas de sexo también recibe regalías por el alquiler del video. No espero pagar el alquiler de nadie con esto, sino inaugurar más conversaciones que, con suerte, trascienden este espacio, sobre el significado de la autoría, los derechos de autor y la creación y el intercambio de capital (cultural).

Meses después de conocernos, Leo se mudó a Europa y me invitó a acompañarlo en su gira porno en España. Además de todas las cosas increíbles que pueden suceder en este tipo de giras, lo cual mostraremos en los próximos episodios de SHTV, esta fue una gran oportunidad para evaluar una vez más la dinámica dentro de la cambiante industria del sexo.

Al igual que la industria del arte, la industria del sexo no está regulada, lo que significa que a menudo les trabajadores sexuales tienen que seguir las reglas impuestas por las grandes corporaciones.

Por ejemplo, en marzo de 2021, OnlyFans decidió prohibir las escenas de sexo al aire libre. Esto no solo no tiene sentido porque no existe una ley general que lo prohíba, sino que es una decisión moralista arbitraria ante la que les usuaries no tienen voz. Por ello, es una forma en que Silicon Valley dicta el campus moral de la sociedad, estigmatizando aún más a ciertos grupos de personas.

Mientras estábamos de gira también tuvimos la oportunidad de discutir otras formas de moralismo dentro de la propia industria del sexo. En un momento le ofrecieron a Leo filmar con un conocido estudio porno de Barcelona que le avisó que solo podría rodar con ellos si no hacía un lío fecal, entre otras demandas. Esto nos asombró, pero en lugar de indignarnos, discutimos las razones de la procedencia de ese tipo de actitud. Se puede pensar fácilmente en el patriarcado y la homofobia internalizada, pero también me pareció relevante pensar en el ano como el primer órgano privatizado, colocado fuera del campo social, el que sirvió de modelo para todas las privatizaciones posteriores mientras el dinero expresa nuevos estados de abstracción de flujos, como señalaron Deleuze y Guattari.

El botón de retroceso, F*cebook, VR, hologramas y plataformas, son algunos de los ejemplos de cómo el sexo y la pornografía son responsables de muchos desarrollos tecnológicos. Sin embargo, hay dos elementos sociales clave que no se desarrollan al mismo ritmo: las leyes (los derechos laborales) y el cambio social (las libertades personales). Esto da como resultado un enorme conjunto de violencias materiales e inmateriales y, por supuesto, mucha injusticia. Como explica Paul B. Preciado, “la pornografía con su circuito cerrado excitación-capital-frustración-excitación-capital, ofrece la clave para comprender cualquier otro tipo de producción cultural posfordista”.[2] Creo que esto es importante no solo para revelar conexiones entre la industria del sexo con otras industrias, en términos de acumulación de trabajo y capital, sino también para analizar la evolución del capitalismo tecnopatriarcal y su reproducción e infiltración en las últimas tecnologías y plataformas.

Leo ha utilizado plataformas para crear su negocio y su personalidad. En el episodio #2 de SHTV me cuenta que estas plataformas le han abierto las puertas a muches y han democratizado el deseo hasta cierto punto. Todo esto es cierto, ya que la tecnología tiene un gran potencial para crear oportunidades para aquelles que antes no las tendrían. Sin embargo, una cosa que Leo y SHTV están tratando de hacer es seguir siendo crítiques con estas llamadas «oportunidades» porque estas mismas tecnologías y plataformas pueden costar un alto precio, no solo en términos de tarifas sino también en los tipos de libertades otorgadas y el tipo de características que aún pueden excluir otros, como los pagos con tarjeta de crédito. Sascha Lobo explica esto con más detalle al aclarar que “los intermediarios son más poderosos que nunca. Simplemente están disfrazados de plataformas. Mientras que tradicionalmente los intermediarios eran traders, las plataformas son una especie de metatrader: controlan los puntos de acceso y los procesos de todo un modelo de negocio. Las plataformas no quieren ser las mejores en el juego, quieren escribir las reglas del juego. Son ecosistemas económicos que ganan dinero al permitir que terceros ganen dinero.”[3]

Esto nos ha llevado a Leo y a mí a pensar de manera más crítica sobre las plataformas que estamos usando para difundir nuestras diversas producciones. Definitivamente cambiaremos algunas formas en las que trabajamos. Al final, se trata de ser conscientes de la negociación entre usar tecnología y ser usades por ella.

Créditos

Direccion/produccion: Will Fredo
Assistencia de camera: Anna Ehrenstein
Performers: Erik Michel y Leo Galileo

Notas

  1. Paul B. Preciado, Testo Yonki. Sex, Drugs and Biopolitics in the Pharmacopornographic Era (New York: The Feminist Press, 2013)

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