Reseñas - Estados Unidos

Aldeide Delgado

Tiempo de lectura: 7 minutos

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01.12.2017

Other Situations: Liliana Porter en SCAD Museum of Art, Savannah, Georgia

por Aldeide Delgado, Savannah, Georgia, USA
17 de agosto de 2017 – 7 de enero de 2018

 

Pensar la subjetividad en el museo

En el prólogo del libro Breve historia del comisariado Christophe Cherix plantea que si bien la figura moderna del crítico de arte está ampliamente reconocida desde Diderot y Baudelaire, la razón de ser del comisario (curador) está aún por definirse. La curaduría de exposiciones en tanto objeto de estudio constituye una disciplina relativamente reciente. Sin embargo, varios parecen coincidir en la identificación del curador como un conservador, seleccionador y mediador entre el artista y el público.

SCAD Museum of Art acoge hasta enero de 2018 la primera exhibición individual, en la ciudad de Savannah, de la renombrada artista argentina establecida en Nueva York, Liliana Porter. El museo inserto en un contexto local de carácter histórico —Savannah es la ciudad más antigua del estado de Georgia— fue inaugurado en el 2011 como espacio comprometido con la preservación del patrimonio cultural, el enriquecimiento a la educación de los estudiantes y el alcance a la comunidad.

La muestra Liliana Porter: Other Situations plantea, en palabras del curador Humberto Moro, un ejercicio de revisión histórica del trabajo de la artista en un período de cinco décadas. Se presentan un aproximado de 30 obras que abarcan grabado, fotografía, dibujo e instalación hasta objetos y videos de producción reciente. La institución estrechamente vinculada al programa educativo de SCAD promueve la realización de proyectos interactivos, flexibles y de colaboración dirigidos al alumnado y al público joven. Este énfasis es fundamental, pues la exhibición ha sido pensada como catalizadora de procesos de reflexión desde especialidades diferentes. Moro explica: «En el Museo de Arte SCAD, programamos nuestras exposiciones cuidadosamente, considerando cómo estas exposiciones [en conjunto] tendrán un impacto en nuestra pedagogía en SCAD, [donde] tenemos carreras de artes secuenciales, escritura, estudios de género, cine, historia del arte y artes escénicas, a lo que esta exposición ofrece una oportunidad única para conectarse con la vida y el trabajo de una de las productoras culturales más relevantes de nuestro tiempo». [1]

Planteada en cuatro momentos temáticos a partir de 1973, las obras que encabezan la exhibición evidencian el desarrollo temprano de obsesiones discursivas en la obra de Porter. Me refiero a la problematización, por un lado, de una concepción lineal del tiempo, y por el otro, de las relaciones entre realidad y representación. Se aprecia Untitled (Self-Portrait with Square), 1973, una de las imágenes de mayor visibilidad en Radical Women: Latin American Art (1960-1985) [2]; Untitled (Triangle), 1973, instalación de tres fotografías y dibujo sobre pared; y The Square, 1973, ensayo fotográfico sobre la relación entre espacio y cuerpo. Además acompañan a este conjunto inicial Untitled (Hand with Cross-hatched Drawing and Ring), 1973, Untitled (Glass + Boat), 1975, y Untitled (Drawing with Plastic Hammer), 1993-1995.

Liliana Porter formó parte del movimiento de prácticas conceptualistas acaecido desde la década de los sesenta. A su llegada a Nueva York en 1964 encontró una escena cultural signada por el cuestionamiento a la tradición artística y la emergencia de formas de concientización del hecho creativo. Porter comenta sobre New York Graphic Workshop cofundado en 1965 con José Guillermo Castillo y Luis Camnitzer:

… básicamente lo que hacíamos era una feroz autocrítica y reflexión sobre nuestra producción artística. En mi caso, eso me llevó a pasar de obras bastante barrocas a obras más austeras visualmente, donde aparecía la reflexión como protagonista sobre la distancia entre la cosa y su representación, entre el espacio virtual y el espacio real. [3]

Untitled (Triangle) sintetiza esta preocupación mediante las diferentes temporalidades y técnicas de realización que engloba. El procedimiento parte de una fotografía de 1973 que registró el dibujo de una línea sobre la mano y su continuación en el espacio. Esta imagen devino matriz de un fotograbado colocado sobre la pared donde la línea es prolongada. Según la artista, la fragmentación y el cómo ordenamos la realidad es fundamental en este proyecto pues si reimprime el grabado y dibuja la línea desde el principio hasta el final, habría un intervalo de 30 años en el proceso.  Así, la línea genera una ilusión de continuidad más a tono con una supuesta ergonometría de la temporalidad —si se permite este préstamo— en tanto confluyen las interrogaciones en torno al espacio, el tiempo, la performatividad y el cuerpo.

El uso del término ergonomía derivado del griego “ergos” que significa trabajo y “nomos”, leyes, no resulta fortuito en este contexto. Si seguimos el recorrido de la exposición se aprecian algunos de los clásicos personajes de la serie Trabajos forzados comenzada a la altura de los noventa. Aparecen el reparador de relojes (To Fix It 3:30), los pintores (Man painting chair III), y (Man drawing II), la tejedora (Weaver), la mujer barriendo (Sweeping woman), y el hombre con el hacha (Man with Pickaxe). La dicotomía entre representación y realidad se evidencia en la escena de la jardinera (The Gardener with  Green Bordered Plate), pues la misma se encuentra inserta en un plato verde decorado con flores. De tal modo, se origina una relación entre la función del personaje y la imagen representada, estableciendo un juego asociativo no exento de un refinado humorismo.

Trabajos forzados presenta juguetes diminutos enfrentados a inmensas tareas cotidianas, en su dimensión proporcional: el hombre que pica una enorme tabla de madera o la mujer que barre una larga estela de polvo azul. Hay en estas escenas un entendido lirismo que resalta la ambigüedad dramática donde se debaten los figurines. Ellos, así como los personajes de Pirandello, no abandonan su condición de formas fijadas en el tiempo o en estado de permanencia. Los objetos obtenidos en bazares de segunda y casas de antigüedades tienen en común cierto carácter de ensimismamiento, introspección y silencio reafirmado por el predominio de los espacios en blanco.

En Porter este será un elemento que definirá tanto las pinturas Breaking News/The Way Out (2016) y Untitled with Fallen Things, como las fotografías The Intruder (2011) o Memorabilia (2016) y su producción videográfica. La presentación de ambientes desprovistos de toda referencia contribuye a la generación de escenas paralelas —situaciones— donde la representación constituye un laboratorio para pensarnos desde el humor y la ironía. Un video de 22 minutos, Actualidades/Breaking News, sigue la estructura de una revista o diario noticioso para narrar en 30 segmentos temas asociados a la cultura, la moda, el turismo y asuntos sociales. En las pinturas, las instalaciones o las fotografías, un elenco de objetos encontrados, muebles de juguete, animales, músicos, soldaditos y souvenirs que representan iconos de la historia política, interactúan en un espacio sólo concebible en el área de la hiperrealidad y el simulacro. Al mismo tiempo, es posible establecer un discurso sobre el consumo de imágenes en las sociedades contemporáneas a partir de una selección de impresiones con iconografías del Che, Elvis Presley, Cristo y el queso Juana de Arco.

Por último, una sección de la muestra deja entrever la importancia de la noción del disfraz en el imaginario portiano, así como las influencias de Jorge Luis Borges y René Magritte en su producción. Una obra en particular, The Magician, 1977, me interesa porque señala otra de las características que a mi juicio permiten entender la obra de Liliana desde una perspectiva deconstructiva, cuasi filosófica. El hecho de hacer consciente su intervención para desestructurar la concepción de veracidad y revelar con ello un conjunto de problemas filosóficos —entiéndase el lenguaje, el tiempo y la verdad— atravesados por relaciones de poder.

A los roles planteados al inicio de este texto, habría que agregar el curador como productor de significado. Other Situations es una muestra de indudable dominio metodológico y museográfico cuyo mérito radica en la selección de obras, el aprovechamiento del espacio, el apego al concepto expositivo y su incorporación a las agendas de reconocimiento y visibilidad de artistas latinoamericanxs en Estados Unidos. Desde esta perspectiva, pensar el ascenso de la curaduría en tanto práctica de subjetividad atravesada por factores de raza, clase y género —Humberto Moro es un curador mexicano establecido en Savannah— no sólo permite la aparición de otros discursos asociados a la desautomatización de los esquemas tradicionales de gestión museística, sino algo mejor, el establecimiento de diálogos vinculados al activismo en la práctica curatorial.

 

Notas:

[1] Rachael Flora. 5 Questions with Humberto Moro. Consultado en https://www.connectsavannah.com/savannah/5-questions-with-humberto-moro/Content?oid=5595073 (17 de noviembre de 2017).

[2] Exposición curada por Cecilia Fajardo-Hill y Andrea Giunta para el Hammer Museum en el contexto de Pacific Stardard Time: LA/LA. Radical Women: Latin American Art (1960-1985) indaga en las prácticas de arte experimental de mujeres artistas en Latinoamérica y chicanas y latinas nacidas en los Estados Unidos entre 1960 y 1985 y revaloriza sus contribuciones a lo que hoy entendemos por arte contemporáneo.

[3] “Apuntes de una conversación entre Liliana Porter y Laura Buccellato” en,  Liliana Porter. (Catálogo). San Juan, Gobierno de la Provincia de San Juan, Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson, 2015, p. 13.

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