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09.09.2020

Yolanda Leal presenta "No saludo de beso" en SEP Nueva Generación, México

SEP Nueva Generación, Saltillo, Coahuila, México
15 de agosto de 2020 – 25 de agosto de 2020

En los últimos meses, nuestra relación al cuerpo y al otro se han alterado de manera radical por la emergencia sanitaria que estamos atravesando, y si bien no tenemos distancia aún para comprender realmente esa circunstancia, todo lo producido anteriormente a este momento se está resignificando. Tal es el caso de este proyecto de Yolanda Leal que inició hace un año cuando la artista empezó a recolectar muestras bucales de las personas presentes en las inauguraciones de los espacios independientes de la ciudad de Monterrey. Al evidenciar la población bacterial de cada boca, Yolanda no solamente puso en evidencia la finitud de nuestro cuerpo, sino que mostró  la singularidad de cada organismo. En efecto, por más que estamos habitados por bacterias, ningún cuerpo de la misma manera.

En estos últimos meses, al convivir con el virus, se hicieron presentes otros tipos de relaciones con nuestras propias bacterias, sobre todo por el uso continuo de cubrebocas. Al aceptar taparnos la boca para protegernos de un virus, nos estamos exponiendo a nuevas problemáticas que no son solamente simbólicas, sino de orden biológicas y éticas.

Pienso que No saludo de beso es una oportunidad de pensar o repensar cómo hemos llegado a permitir no estar a salvo en nuestros propios cuerpos, reconectar con nuestro organismo y hacernos esta sencilla pregunta al mirarnos desde adentro: ¿dónde comienza tu cuerpo y dónde termina el mío?

—Texto y curaduría por Virginie Kastel

No saludo de beso (algunas reflexiones)

En agosto de 2020 la artista Yolanda Leal llevó a cabo un acto performático en el espacio SEP Nueva Generación, en el que le pidió a los asistentes que voluntariamente plantaran un beso en una caja Petri, con el fin de realizar un cultivo bacteriano individual en cada una de ellas. Al cabo de una semana, los resultados fueron presentados de manera anónima a excepción de la muestra #17, que fue la única que durante el evento no recibió beso alguno y solo se dejó abierta para quedar expuesta al ambiente del sitio y sus bacterias. A partir de todo este ejercicio se desprende lo siguiente:

1. Las bacterias despiertan fascinación y horror, sobre todo cuando se conocen sus alcances. Sin embargo, solo su comprensión puede hacer que se les dimensione debidamente. No hablamos de calificativos simplistas, sino de entender qué hay un mundo más allá de lo que nuestros ojos nos permiten ver en condiciones normales. Observar de frente estos microorganismos se convierte, además de un ejercicio didáctico, en un simbólico acto de humildad; significa comprender que hay cosas que simplemente están fuera de nuestro control y, peor aún, que estamos a merced de ellas.

2. Hoy como nunca estamos conscientes de los seres microscópicos que nos rodean; no solo eso, estamos al pendiente de ellos. Una parte de nosotros quiere resistirse al hecho de tener que prestarle atención a criaturas tan “insignificantes”, sin embargo, vigilarlos se ha convertido en una acción fundamental para la supervivencia de la humanidad. Negar en esta época el poder de un “bicho” no solo es soberbio, sino descortés hacia nuestros pares menos entusiastas al intercambio de microorganismos.

3. “Beso en la boca es cosa del pasado”, decía el tema de Axe Bahía a manera de aproximación futurista. Nadie pensó en 2001 que besar (ya fuera en los labios o en la mejilla) se convertiría en algo riesgoso; aunque si lo vemos como lo que es: un intercambio de saliva, solo podemos argumentar que las señales siempre han sido claras, lo que ha faltado es el sentido común. Pese a todo, negar un beso es lo menos incómodo que hay comparado con la larga lista de acciones a las que ahora tenemos que renunciar. Por otra parte, dentro de todo lo aparentemente malo, podemos resaltar que tenemos la oportunidad de replantear la manera que tenemos de relacionarnos entre nosotros y —aunque en un inicio nos provoque ansiedad— dejar atrás los protocolos.

—Texto por Ramiro Rivera

https://www.instagram.com/sep_nuevageneracion/

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