Marginalia

Carlos Bonil

Tiempo de lectura: 3 minutos

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01.05.2015

MARGINALIA #3

1 de abril de 2015 – 30 de abril de 2015

Marginalia consiste en la invitación mensual a un artista, curador o proyecto a escoger una serie de imágenes para el fondo de la página de Terremoto en relación con su práctica e intereses del momento. A final de cada mes se revela la identidad del invitadx y se pueden descubrir las imágenes en conjunto.

Objetos, elementos que dan satisfacción, felicidad, tristeza, angustia. Facilitan y complican la vida.Cada pieza es producida para cumplir una labor.

Mientras son nuevos, todo es perfecto. Todos los engranajes en su lugar, confort, seguridad, buen manejo, velocidad, capacidad, ergonomía, precisión, estabilidad.

Pero pasa el tiempo y una vez se acaba esta condición el objeto se desecha y pierde su función original. Casi nadie quiere hacer algo al respecto, y mucha gente ni siquiera lo piensa. Muchas veces el objeto está roto (y en ese caso lo que yo trato de hacer es encontrarle una nueva función), pero por lo general están en buen estado y simplemente se cambian porque el comercial dice que “hay que comprar uno nuevo”.

En nuestros días la industria genera necesidades ilusorias. Desde las acciones más básicas hasta las más elaboradas, todas pasan por su filtro, que nos dicta qué comer, cómo ir al baño y cómo limpiarnos, cómo comunicarnos e incomunicarnos, qué ropa usar, y cómo sentirnos al respecto de todo eso. Muchas veces los objetos no llenan el vacío que sentimos en nuestras crisis personales y todo el asunto se vuelve una paradoja: entonces para qué hice todo esto?

La obsolescencia programada dice que hay que comprar otro computador, y pronto. Barriendo por debajo de la alfombra. Es un poco lo que ocurre cada vez que se envía un cargamento de computadores viejos a las playas de África. El problema es que en esta alfombra viven miles de personas y animales que tienen un basurero por hogar.

Difícil salvar al humano de sí mismo.

Cuando la tecnología avanza a pasos agigantados y se vuelve insoportable, hay que buscar refugio. La añoranza de otros tiempos puede ser un buen lugar. No hay razón alguna para no volver a jugar ATARI, tampoco hay por qué ser pasivo frente al aparato. Nos tramaron con el aviso que hay detrás de las carcasas: “Caution, risk of electric shock, do not open”. Si está en inglés debe ser por algo. Es hora de aceptar que si morimos electrocutados en una tina por una grabadora o un secador, es porque somos muy estúpidos.

Para quien construye nuevos objetos a partir del desuso es absurdo pensar que la tecnología pierde vigencia. No hay tecnología superior ni inferior, antes ni después. Un cuchillo es tan útil como un computador, e incluso lo supera.

Y ni hablar de las piedras! Se hacen solas a través de los tiempos, se deshacen, se compactan, se cocinan, toman formas poligonales e incluso tienen propiedades magnéticas o eléctricas.

La forma y el material hacen al objeto, según lo duro o blando, lo rugoso o liso, lo torcido o recto se puede descifrar su uso.

Y cuando ese objeto se vuelve una pieza de arte? aunque puede que no sea mensurable, visible o evidente, su uso es sugerido por el autor, pero decidido por el espectador e interlocutor.

Y la verdad, el arte no sirve para nada en algunos casos.

 

 

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