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22.07.2020

"Maldita Primavera" en Abrir Galería, Perú

Lima, Perú
6 de julio de 2020 – 9 de agosto de 2020

Pestaña (informática)

Lo que diré a continuación no es nuevo, ya se ha dicho antes y hasta mil veces mejor: Shrek tuvo un gran impacto en el oído sonoro de una generación. Cuando el streaming llegó a nuestra vida hacia el 2010, su gran marea de canciones pop de diversas partes del mundo fue parcialmente gracias a que Shrek y su maravilloso soundtrack esbozaron una nostalgia musical por la generación que tuvo su adolescencia durante la primera década de los dosmiles. Y esto lo hizo tanto de manera oficial, al incluir canciones como Funky Town de Lipps Inc y All Star de Smash Mouth en su banda sonora, así como ser el videoclip de absolutamente todos los hits de los dosmiles a nivel latinoamericano en los DVDs pirateados de Shrek. Muchas casas de pirateo decidieron que copiar la película de Shrek no era suficiente, por lo cual también incluían en el playlist una serie de videoclips hechos por fans, entonces distribuidos esencialmente por YouTube. He visto a Shrek perrear al son de Candy de Plan B como bailar efusivamente Mesa que más aplauda.

Por ahora es importante pensar en esto: les he hablado de mil cosas, pero todavía ninguna señal sobre de lo que va el contenido visual que encontrarás en estas pestañas. Y eso principalmente se debe a que hay cosas que son más fáciles de explicar cuando se analiza la manera en la que se comportan. Ese es el caso de las pestañas en esta ventana. Quiero llegar a algo muy sencillo y nada pomposo: las pestañas en tu navegador web son un reflejo de la construcción del mundo que deseas. O por lo menos algo así nos dice Remedios Zafra al terminar su ensayo Un cuarto propio conectado: (ciber)espacio y (auto)gestión del yo (2010).

En este libro, Zafra hace un exquisito análisis sobre las posibilidades de creación del yo a través de una habitación propia conectada al Internet. Describe este cuarto conectado como un espacio donde “lo privado se funde literalmente con lo público, y entonces lo político se incrementa”.  En nuestros cuartos somos “productores y distribuidores de cosas e ideas digitalizadas, cosas que podíamos compartir y construir con los otros conectados desde un rincón de nuestra casa o de cualquier otro espacio online.” Pero el libro no es decididamente optimista o iluso sobre las posibilidades que ofrece el internet. Zafra postula que la emancipación no vendrá por defecto al entrar a la web, se requiere de otras acciones y articulaciones para que esto suceda.

Zafra decide voltear de cabeza la crítica a la saturación y la inmediatez de las redes sociales. Esta postura, sostenida por Marshall McLuhan, Jacques Derrida y Pierre Bourdieu, la cual dice que el ritmo veloz de intercambios en la web no genera la distancia necesaria para el análisis, fue por mucho tiempo usada para advertir la pérdida total de una actitud crítica y la inercia como característica principal de la Internet. Y efectivamente, Zafra no niega que la Internet sí puede contribuir a propiciar nociones del pasado e ideas preconcebidas, hasta identidades estereotipadas. Pero también ofrece salidas de escape y acercamientos para elaborar espacios críticos en la web.

Y ella lo hace por medio de la introducción del parpadeo, en la ecuación sobre estos espacios íntimos en los cuales situamos nuestro computador o dispositivo web para construirnos. Para ella, el parpadeo —está función corporal en la cual, por breves segundos, cerramos los ojos para evitar la sequedad— simboliza el descanso visual y la concentración que un@, cotidianamente, toma al estar en frente de una pantalla en un espacio íntimo. Esto nos permitiría pensar el parpadeo como una «interpelación del tiempo propio y el pensamiento interior no sólo más allá de la memoria, sino también más allá de la presión del ‘instante’.»

Así, abrir y cerrar los párpados al estar frente de una pantalla en tu cuarto puede leerse como «tomar partido por la construcción de nuestras vidas en las pantallas», así como una «oportunidad para la creatividad e imaginación propia y compartida con otros». En verdad, les recomiendo mucho leer este último capítulo de su libro, realmente encapsula la capacidad crítica de la construcción de un espacio propio en la web y hace una cuidadosa reflexión tanto sobre los males de la celeridad audiovisual como las posibilidades detrás de una pantalla en una habitación donde uno construye y comparte la gestión de identidades, trabajo y nuestros archivos personales y colectivos.

De hecho, al leerlo, sentía que muchas de las ideas que quería discutir en relación a la selección de trabajos en esta ventana casi estaban explorados por Zafra. Quizás, mi pequeño aporte en esta muestra es pensar cómo lucen los trabajos artísticos pensados desde este horizonte dentro de un medio de distribución virtual. Además, nos permite pensarlos durante una temporalidad en la cual mucho del net art, arte post-internet y arte que está inmerso en este lenguaje está siendo revalorado dado el contexto de la pandemia global, el cual ha forzado a muchas personas a depender más sentidamente de los medios digitales, y forzado la traducción de labores hacia el teletrabajo.

En este afán por repensar la traducción de espacios, deseo repensar esos dormitorios propios o cuartos de alquiler. Esos cuartos conectados en donde se trabaja y fantasea revelan navegaciones las cuales resultan en distintas pestañas y enlaces que conectan a un sinfín de cosas cuya única relación es convivir en la misma ventana. En nuestros computadores, donde colapsa el mundo práctico y la fantasía, es urgente pensar los espacios que creamos en ellos, cómo nos enunciamos en estos, qué buscamos en estas enunciaciones, cómo conectamos con otras personas y las posibilidades de articulación que nos permiten, desde encontrar un playlist de otro usuario que nos gusta mucho hasta encontrar a un grupo de personas que ya lucha por algo que a ti también te parece urgente.

Volviendo a Shrek, sentía que era necesario mencionarlo porque los trabajos que verán en las siguientes tres pestañas están totalmente inmersos en el lenguaje de la imitación, parodia, el azar, la música pop y el estar consciente de un@ mism@. Particularmente el pirateo de Shrek nos mostró la capacidad de viralización y adaptación local que pronto contribuiría a armar el lenguaje que adoptaría el meme de Internet. Y quiero que se pueda pensar aquello bajo la dinámica del streaming y la re-evaluación de la música pop hoy en día. De hecho, ahora es buen momento para decirles un poco más sobre las siguientes tres pestañas: ojo, pestaña y ceja. En estas, encontrarás los trabajos de Zyanya Arellano, Valentina Cadena Renza, josé fernando gress muñoz y Luciana Ponte. Para poder disfrutar de manera óptima estas pestañas, te recomiendo que uses audífonos o subas el volumen de tu dispositivo digital para poder escuchar los videos en Ojo y Pestaña, y algunas canciones en Ceja. Para poder ver un poco más de detalles sobre los trabajos, les pido que se desplacen hacia la derecha y, si desean saber un poco más, pueden navegar los contenidos en la última pestaña titulada recursos.

—Texto y curaduría por Gisselle Girón

Artistas

Luciana Ponte, Valentina Cadena, fer gress, Zyanya Arellano.

https://abrirgaleria.com/maldita-primavera-2020

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