18.11.2021

"Inmersa motora" de Ingrid Cordero

Proyector presenta «Immersa motora» de Ingrid Cordero, un video-performance qué anima mundos-horizontes elaborados con material textil. La pieza traduce la dimensión táctil de la tela y nos acerca a los mundos de forma intuitiva.

2021, video-performance e instalación, 02:14. Temporal, San José, Costa Rica
Video disponible hasta el 2 de diciembre, 2021
Texto por Sofía Villena Araya

 

Composición sintética con frecuencias subacuáticas,
ritmo computarizado de sonidos agudos y gemidos intermitentes,
aclimatan la luz natural con extrañeza
Difusa, ella reposa sobre el horizonte que se cierra sobre sí mismo:

cielo turqués difuminado en un mar celeste
circunscribe un mundo tubular

La luz lo transparenta y lo fusiona con el espacio interno
Un vaivén entre fondo y forma sucede

Inmersa en ese mundo tubular, una mano —sutil y ligera— emerge sin apuro
La mano fluye liviana como planta bajo el agua
Con movimientos ondulantes, se retrae hasta converger con el horizonte

Multiplicidad de mundos se revelan uno a uno
De estos mundos no siempre tenemos vistas completas,
aun así, notamos que están formados por la misma materia:

aire y agua como maleables tejido-superficie-imagen
que se pliegan y despliegan en diversas estructuras planas y tridimensionales

De esos otros mundos, más brazos y piernas se asoman curiosos
En sus suaves contorsiones asemejan una mezcla de plantas y animales:
cisnes, algas, quizás serpientes o tortugas. Brazos y piernas adquieren vida propia
para sugerirse como nuevos seres

Extraña mezcla de humanos y más-que-humanos forman un universo común

Los mundos-horizontes bien pueden ser su entorno, pero también
cada mundo acuerpa esos particulares seres

 

Inmersa motora confluye extremidades y tronco, hábitat y cuerpo, mundo y superficie, materia y forma, forma y fondo, afuera y adentro en un universo de nuevas posibilidades. El video-performance de Ingrid Cordero anima mundos-horizontes elaborados con material textil. La pieza traduce la dimensión táctil de la tela y nos acerca a los mundos de forma intuitiva: atraídos por los seres familiares-extraños, cautelosos pero curiosos, podemos insertar nuestras extremidades por los orificios que se hunden en el horizonte. De esa inmersión, podemos resurgir como nuevos seres, transformando nuestra fenomenología corporal.

Inmersa motora materializa poéticamente una versión de la promesa que Judith Butler manifiesta en Cuerpos que importan (1993). En ese libro, la materialidad de los cuerpos tiende “a indicar un mundo más allá de los mismos” y este “movimiento más allá de sus propios límites […] parece central en lo que ‘son’ los cuerpos”. El argumento se teje por medio de una crítica aguda a varios psicoanalistas y filósofos, entre ellos Lacan, quien sedimenta los límites corporales como forma privilegiada de significar el mundo; en su teoría, el sujeto, al reconocerse como un cuerpo “íntegro” frente al espejo, formula su ego corporal como episteme.

Butler critica los esencialismos en las luchas políticas feministas y denuncia la idea de la psicosis como una patología que vigila los lindes corporales para sostener una ‘coherencia identitaria’. Diferente, le autore apunta a constituciones inestables de lo corpóreo y cuestiona cómo y cuáles cuerpos pueden materializarse y obtener legibilidad social; esta promesa de una psicosis vivible, incluso placentera, es la que Inmersa motora anima.

En una conversación que tuve con la artista sobre la pieza, Ingrid me comentaba su búsqueda por crear un espacio de descanso. El espacio de descanso logrado motiva soltar, activando una exploración epistemo-poética de los límites, para acuerpar resignificaciones de lo corporal mediante la curiosidad, el movimiento y el juego.

Comentarios

No hay comentarios disponibles.

filtrar por

Categoría

Zona geográfica

fecha