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25.12.2016
Proyectos Monclova, Mexico City, México
17 de noviembre de 2016 – 14 de enero de 2017
El proyecto más reciente de Edgar Orlaineta recurre al concepto de Interlocking Sculptures, acuñado por Isamu Noguchi (1904-1988) en la década de los cuarenta. El legado del artista quien naciera en Los Ángeles de padre japonés y madre estadounidense, reconocido por su experimentación escultórica ligada al diseño de muebles y lámparas, como también al vestuario y la escenografía, son el punto de partida de la investigación de Edgar Orlaineta. Con base en este legado, la exposición, History is taking flight and passes forever [La historia está tomando vuelo y pasa por siempre], que se refiere a un fragmento escrito por Isamu Noguchi en una carta dirigida a Man Ray –en la cual le compartía su frustración al estar preso en un campo de concentración en Poston, Arizona–, se divide en dos secciones. Mientras que la primera sala tiene como soporte formal la obra de Noguchi; la segunda tiene como punto de partida el trabajo del diseñador industrial, Ray Komai.
A partir de escudriñar la relación entre Noguchi y los campos de concentración de japoneses tras el bombardeo al puerto de Pearl Harbor (7 de diciembre, 1941), Orlaineta concibió una serie de esculturas con base en «nudos» formales, estéticos y conceptuales, cuyo leitmotiv son los artistas cuyas vidas fueron trastocadas por dicho evento bélico. Al desplegar una selección de memorabilia y objetos de diseño sobre la serie de esculturas que reinterpretan las Interlock Sculptures, este proyecto desborda esta noción hacia nuevas variantes en las que lo formal deviene histórico, al tiempo que la exposición misma se vuelve una suerte de escenografía que enlaza lo estético con lo social y lo político. Por medio de esta combinatoria de «nudos formales», el artista entreteje conceptos estéticos con referencias históricas, creando una tensión entre «obras autónomas», esto es, esculturas formalistas; y los «dispositivos heterogéneos»: estantes de libros, objetos adquiridos, ready-mades, fetiches, etc. En este sentido, la combinatoria de recursos dan paso a que las obras «autónomas» suscriban un imaginario histórico particular –la suspensión de los derechos humanos y el racismo–, eludiendo así la noción clásica del monumento público conmemorativo, cuyo fin es rememorar los triunfos nacionales.
El concepto de Interlocking Sculptures (esculturas ensambladas por medio del equilibrio entre las partes), se concibe en primera instancia en la reproducción formal de los mismos elementos biomórficos y materiales que utilizara Noguchi. La exposición, por lo tanto, se subsume a la estética que valorizaba lo artesanal sobre lo industrial: madera tallada y torneada, rechazado y doblado de latón, serigrafía sobre lino y papel, construcciones de metal y triplay, hasta una perla con centro de plata extraída de un positivo blanco y negro de 16mm. En su conjunto, esta muestra puede concebirse como una escenografía que trae a la vista no sólo el aspecto técnico y estético del legado de Noguchi, sino también la pertinencia histórica y el contexto social en el que dichas creaciones tuvieron lugar.
Por medio de su obra Edgar Orlaineta se ha empeñado en estudiar rigurosamente la intersección entre la escultura y el diseño, o bien, la relación entre el arte, lo artesanal y lo industrial, lo que lo ha llevado a coleccionar la memorabilia de diversos artistas y diseñadores icónicos. En este sentido, el concepto de interlocking que propone Orlaineta, no se centró solamente en la resolución técnica de ensamblado de las esculturas, una vez que a éstas se suman una serie de referencias históricas. De igual forma, Orlaineta rinde homenaje a diferentes personas quienes, así como Isamu Noguchi, perdieron su libertad durante la Segunda Guerra Mundial y que a la postre contribuyeron de manera importante al desarrollo cultural y artístico de Estados Unidos. Entre estas personalidades están Ruth Asawa, George Nakashima, Tura Satana, Ray Komai, Miné Okubo, Larry Shinoda, Yoneguma y Kiyoka Takahashi, entre otros.
Asimismo, la segunda sala de la exposición dialoga con el tema del racismo y el estigma que padecieron los japoneses estadounidenses durante la guerra. Al interpretar una tela de Ray Komai titulada Masks, diseñada para Laverne Originals (NY) en 1948, aunado a una inversión de su reconocida silla de triplay doblado (1949), ahora reconstruida por Orlaineta como una silla Wire Chair, se pone a discusión el tema del camuflaje y la invisibilidad. Las sillas y las máscaras blancas se mimetizan con el fondo del cubo blanco, así como la máscara de nieve, al tiempo que las telas camuflajeadas y los trajes de campesinos cobran visibilidad. Las telas de camuflaje hacen eco de los patrones diseñados por Komai, originalmente comisionados a Laverne Originals, empresa tomada por el gobierno de Estados Unidos para producir trajes de guerra. De esta manera, el concepto de interlock, crea un puente de conexiones entre ambas salas para reflexionar sobre la estética de la invisibilidad. En su conjunto, la exposición coloca a «la vista» los temas históricos y sociales de la estigmatización racial, la violación de los derechos humanos y del racismo.
Texto de Willy Kautz
Cortesía de Proyectos Monclova, Ciudad de México
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