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25.08.2019

En aguante

Liberia, Bogotá, Colombia
25 de julio de 2019 – 28 de agosto de 2019

Una figura radical de la sexualidad contracultural en Chile y América Latina, Hija de Perra (fallecida en 2014, a los 34 años de edad) fue una artista drag, activista, ensayista y educadora. Actuaba en clubes nocturnos, películas y videos musicales, y hablaba en marchas y universidades sobre el sexo seguro, el género y la sexualidad. Con su carácter infamoso y escandaloso, abarcó abiertamente una estética inmunda y obscena con la cual quiso reflejar la “realidad exhibicionista y morbosa” de la sociedad en que vivía.

En aguante destaca el legado profundamente disruptivo de la artista a través de un compilado de documentos que representan sus actuaciones en vivo, ponencias, escritos, fotografías, videoclips y entrevistas. Estos materiales los enmarcan obras nuevas y recientes de ektor garcia y Jota Mombaça, constituyendo un entorno para enfrentar las condiciones de materialidad que subyacen la práctica y el discurso crítico de Hija de Perra. Las propuestas que se reúnen rescatan la materia propia para potenciar la encarnación de identidades difusas y fluidas. Desde el lenguaje textual, escultural y performativo de los tres artistas, la exposición reivindica un espacio de desbordamiento donde las expresiones disidentes que se ubican ahí existen y persisten en el aguante.

Todo inmundo y glamoroso

Hija de Perra surgió a comienzos de los 2000 como el personaje femenino transgénero del difunto Víctor Hugo Pérez Peñaloza (conocido íntimamente como “Wally”), y se convirtió rápidamente en una figura contracultural legendaria de la disidencia sexual en Santiago de Chile. Artista y ensayista involucrada con las escenas del punk y el drag, continuó apareciendo públicamente en el escenario, en la academia, y dentro de comunidades activistas hasta el 2014. Ese año, Pérez Peñaloza murió a causa de complicaciones relacionadas al sida. “La gente dice: se murió Hija de Perra, ya no está Hija de Perra, o está —pero nunca ve el que está detrás,” remarcó el escritor y activista chileno Juan Pablo Sutherland.[1] A pesar de que el personaje performático y su identidad individual sí existían por separado, el público los solía ver sin distinción. La artista siempre rechazó la presunción generalizada de que, en las culturas travesti y drag, siempre hay un hombre detrás del personaje, quien adopta rasgos femeninos. Como lo proclamó en una entrevista con la revista crítica alternativa chilena Revista Fill en el 2013, “No se valida al humano como travesti porque se piensa que el travesti es un hombre. Como en este caso no hay ningún hombre sino que un monstruo que divaga en este binarismo de género, las cosas son muy diferentes.”[2]

El carácter infamoso y escandaloso de Hija de Perra incorporaba elementos del punk y del terror, luciendo una peluca negra o colorida, mini-faldas y vestidos, medias rotas, accesorios de cuero o de piel de leopardo, tacones, prótesis, y maquillaje pesado con cejas gruesas y bien arqueadas. Aunque llevó su presencia más allá del escenario y se veía también en el ámbito cotidiano de la ciudad, ella nunca quiso ser normalizada por el paisaje político-cultural de su época. Por eso el nombre deliberadamente provocativo —se blasfema cada vez que se pronuncia. Como lo observa la escritora Manuela Valle, Hija de Perra “encarnó una subjetividad femenina radicalmente perversa,” que era “opuesta a la versión esterilizada de lo ‘gay’ que produjo la agenda LGBT global.”[3] Su apariencia excéntrica asumía una estética de monstruosidad e inmundicia, y adoptaba identidades difusas y metamórficas. Al hacerlo, Hija de Perra representaba la disidencia y desobediencia, e irrumpía en la expectativa social sobre la identidad de género “basada en la respetabilidad homonormativa y la libertad sexual individual (hetero) para participar en el mercado (sexual).”[4]

En el 2008, cuando el semanario chileno The Clinic le preguntó en una entrevista, “Quién es Hija de Perra?,” ella dijo: “Es una mujer inmunda, asquerosa y ordinaria que nace de la prostitución periférica de la ciudad.”[5] Después, extendió la definición para incluir aún más subjetividades, por ejemplo en uno de sus textos más conocidos, el ensayo “Ofensivo Margen Sexual en una Raza Sospechosa,” (2010) ella declara: “Soy puta, travesti, mujer, hombre, gay, lesbiana, todo para ti.”[6] En otra sección del mismo texto, dice: “Soy para otros de una raza sospechosa, de difícil clasificación, repugnante, obscena, ofensiva, deshonesta, nauseabunda, viciosa, inmoral. De características muy confusas al que me aprecia en plenitud.”[7] En la construcción de su identidad, la artista se esmeró por darle enfoque a subjetividades aisladas, degradadas, y disidentes que la sociedad ha desahuciado a la abyección. Sin embargo, su postura disruptiva hacia las categorías de la normalización sexual se puede caracterizar mejor como indescifrable e indeterminable, y por su capacidad casi infinita para reinventarse.

Las complejidades de la identidad multifacética de Hija de Perra, tanto como las implicaciones de su actitud insurgente y anti-normativa, prueban a cualquiera que se dedique a comprender su trabajo y su legado. ¿Cómo podemos analizar el potencial profundamente disruptivo de su proyecto, cuando este fue vedado por los críticos llamándole mera frivolidad y provocación? ¿En qué medida pudo la política de visibilidad extrema que existió en el centro de su práctica abrir espacios y forjar las condiciones de existencia para futuras generaciones de comunidades de disidencia sexual y de género en Chile y más ampliamente en América Latina? ¿Cómo podría un intento de estudiar a una figura como Hija de Perra hacer participar en la historia a sus hazañas y contribuciones, y a la vez evadir la institucionalización de una carrera irruptiva y conflictiva que infiltró y subvirtió los mismos espacios en los que actuaba, aún sin pertenecerles?

Ella misma encarnaba y contendía con estas contradicciones en las materializaciones variadas de su trabajo y de su ser. Hija de Perra asumió una multitud de papeles a lo largo de su carrera, ya que aparecía como performer, actriz, cantante, maestra de ceremonias, y educadora en los circuitos tanto marginales como institucionales de Santiago. Mantuvo también lazos con el activismo local, daba discursos y participaba en desfiles de orgullo LGBT, marchas para la diferencia sexual y para el derecho al aborto. En los últimos años de su vida, la artista comenzó a practicar intervenciones en el debate académico formal, creando afiliaciones con instituciones de educación en Chile y Argentina. Se involucró cada vez más con estudiantes y círculos intelectuales, y participó en eventos universitarios, dictando cursos sobre el sexo seguro, publicando textos teóricos y dando charlas acerca del género y de la disidencia sexual.

Sus textos regularmente llevan títulos largos y enredosos que toman de varios modos de escritura, y adoptan tanto el lenguaje enfático del manifiesto como el rigor analítico del ensayo argumentativo. En ellos Hija de Perra expidió sus interpretaciones deliberadamente obscenas del conservadurismo sexual en su país y en el exterior, denunciando sus largas historias y raíces profundas dentro de las instituciones coloniales y religiosas, cuyos efectos persistentes sobre la cultura chilena fueron objeto de su protesta. Basados en su propia experiencia siendo “una nueva mestiza latina del cono sur” y vinculando relatos en primera persona, estos textos también fueron donde Hija de Perra articuló su crítica de la emergencia y circulación, a partir de los años 90, de la teoría queer dentro de los debates académicos, culturales, y políticos sobre la sexualidad y el género en Chile y en América Latina.[8]

Hija de Perra le brindó narración y teorización a su práctica performática a través de la escritura, incorporándole anécdotas personales y elementos biográficos. Por lo tanto, los mismos textos recrean el enfrentamiento de la autora con el comentario social conservador y los discursos que se imponían sobre el cuerpo suyo y los de otros. Se puede considerar que la trayectoria de Hija de Perra existe dentro de una establecida tradición chilena de avanzar el conocimiento sobre el género y la diferencia sexual, que se ha venido desarrollando “fuera de los ámbitos universitarios por feministas que se organizaron desde fines de la década de 1970, originando un movimiento con derivas hasta hoy,” según lo relata la antropóloga feminista de ese país, Elena Largo.[9]

Como un esfuerzo para lidiar con el asunto inconveniente de la sexualidad en su país, el activismo-performance de Hija de Perra se desplegó sobre múltiples plataformas, sin jamás renunciar su característica intensidad y grado de exageración. Al rechazar cualquier identificación con la normalidad, y a lo contrario exhibir orgullosamente una identidad aberrante y plurisexual, la artista se convirtió en la voz e inspiración de numerosas sexualidades no-normativas en Chile y a sus afueras. La estética transgresora de Hija de Perra, junto a su parodia del patriarcado, la religión, y el fascismo, escandalizó y traspasó los límites morales prevalecientes dentro de su cultura, creando en cambio un lugar para la educación, el placer, y la socialidad disidente tanto para sus contemporáneos como para los que hoy siguen su legado.

—Texto por Julia Eilers Smith. Traducción por Santiago Silva Daza

Artistas

ektor garcia nació en Red Bluff, California, en 1985. Recibió un BFA del School of the Art Institute of Chicago en 2014 y un MFA de la Columbia University, Nueva York en 2016. Ha tenido exposiciones a nivel internacional en varias ubicaciones. garcia vive y trabaja entre México, Nueva York y otros lugares.

Jota Mombaça es una ensayista y performer nacida en 1991 en el Nordeste de Brasil. Su trabajo se ha expuesto recientemente en el documenta de Kassel (2017), la Bienal de Berlín (2018), Savvy Contemporary y Haus der Kulturen der Welt (2019), y próximamente en la Bienal de Sydney (2020).

Con videos, fotografías, y materiales de archivo de: Arte en Acción, CUDS (Colectivo Universitario de Disidencia Sexual), Jorge Matta, Lorena Ormeño, Wincy Oyarce, Jorge Panchana, RositaPeñaloza, Revista Fill, y Víctor Hugo Robles, “El Che de los Gays”

www.adorno-liberia.com

[1] Juan Pablo Sutherland, entrevista con Julia Eilers Smith en Santiago de Chile, noviembre 2018.

[2] RevistafillTV, “Entrevista Hija De Perra & Wincy,” video YouTube, 13:37, enero 23, 2013. www.youtube.com/watch?v=IkmKJey7ZXI.

[3] Monica Valle, “El Che de los Gays and Hija de Perra: Utopian Queer Performances in Postdictatorship Chile,” in Performing Utopias in the Contemporary Americas, ed. Kim Beauchesne and Alessandra Santos (New York: Palgrave Macmillan, 2017), 230-234. Traducido del inglés original.

[4] Ibíd., 234.

[5] Hija de Perra, “Hija de Perra, Performer y Actriz Bizarra: ‘Qué más rico que un pico con papiloma,’” entrevista con Claudio Pizarro, The Clinic, agosto 20, 2008, 20.

[6] Hija de Perra, “Ofensivo Margen Sexual en una Raza Sospechosa,” en En Reversa Primeras Jornadas Estudiantiles de Teoría de Género, ed. Centro de Estudios Críticos Universitarios (Santiago de Chile: Editorial Párrafo, 2011), 146.

[7] Ibíd.

[8] Hija de Perra, “Interpretaciones inmundas de cómo la Teoría Queer coloniza nuestro contexto sudaca, pobre aspiracional y tercermundista, perturbando con nuevas construcciones genéricas a los humanos encantados con la heteronorma,” en Revista Punto Género (4), ed. Silvia Lamadrid (Santiago de Chile: Departamento de Sociología – Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Chile, 2014), 9-16.

[9] Eliana Largo, “Introducción,” en Calles Caminadas, Anverso y Reverso, ed. Eliana Largo (Santiago de Chile: Ediciones de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, 2014), 35.

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