03.08.2017
por Alexia Veytia-Rubio, Los Ángeles, California, EE.UU.
22 de abril de 2017 – 22 de julio de 2017
Un Atlas Decolonial: Exposición colectiva en el Vincent Price Art Museum, Los Ángeles
En la exhibición Un Atlas Decolonial: Estrategias en Arte Contemporáneo de las Américas nos encontramos con las cuestiones que enfrentan los artistas latinoamericanos sobre la contextualización de su práctica artística en el ámbito contemporáneo, el cual, históricamente, ha sido monopolizado por las nociones del arte basadas en el legado de la ideología occidental. Curada por Pilar Tompkins-Rivas, recientemente nombrada Directora del Vincent Price Art Museum, Un Atlas Decolonial: estrategias de arte contemporáneo de las Américas, presenta a artistas y varios colectivos contemporáneos de Estados Unidos y América Latina trabajando en disciplinas desde pintura, escultura, fotografía y video, cuyo trabajo aborda diálogos sobre descolonización, y como tema central, el responder cuestionamientos sobre el legado del colonialismo y la desestabilización de las narrativas establecidas a través de perspectivas contrahegemónicas.
Un Atlas Decolonial está subdividida en 4 secciones, las cuales son llamadas «constelaciones temáticas»: Refundación de la indigeneidad, Desplazando tiempo, Interviniendo el archivo y Contrarrestando el exctractivismo. En este contexto el término «constelaciones» referencía las observaciones resultantes de las expediciones de Alexander von Humboldt por América Latina a comienzos del siglo XIX. Desde que se inicia el recorrido por la exhibición se hace alusión, relativamente sutil para el espectador, a la llegada de los colonizadores europeos, que, desde que hicieron contacto con los habitantes indígenas de las Américas, las historias de la conquista y de la historia subsiguiente se han iluminado principalmente desde su perspectiva.
Empezamos con Refundación de la indigeneidad, donde, como se lee en la ficha educativa, el propósito de las obras es «subvertir la mirada exotizada de las culturas indígenas a través del lente colonial, reafirmando las formaciones, creencias y prácticas nativas de la identidad en el contexto contemporáneo». Al situar representaciones de las culturas indígenas en el presente, más que en el pasado histórico, los artistas en esta sección buscan contrarrestar los conceptos erróneos sobre las culturas nativas, históricamente establecidos a través de, tanto como la etnografía y la antropología, las nociones literarias y filosóficas del llamado primitivismo romántico. El ejemplo más claro de la pregunta que busca responder esta sección son las piezas fotográficas de Martine Gutierrez, las cuales reflejan intersecciones dinámicas entre los pueblos indígenas y la cultura pop, así como de las identidades de género no binarias.
La siguiente «constelación», y probablemente la menos representada de la exhibición, es Desplazando tiempo, donde el eje central es la serie de collages Suite Panamericana (2007) de Pablo Helguera. La cual tiene como intención «romper una noción lineal del tiempo», reflejado en las imágenes y textos entrelazando ubicación, geografía e historia a través de un enfoque intencionalmente desarticulado que busca articular «políticas de lugar». En este grupo se aprecian referencias a la historia cultural de la modernidad establecida en relación a periodos coloniales y precolombinos chocando con ellos intencionalmente. El texto brevemente menciona al teórico Néstor García Canclini y su idea sobre la «heterogeneidad muti-temporal» y la coexistencia de épocas diferentes al mismo tiempo. Como Helguera lo nota: «El pasado es un país extranjero» y «El futuro no es lo que solía ser».
Una de las obras que más destacan en la exhibición es Traveling Dust (2014) de Javier Tapia y Camilo Ontiveros, chileno y mexicano, la cual es una película proyectada en formato de cine con duración de 27 minutos. Traveling Dust utiliza series de imágenes grabadas en Chile, México y Los Ángeles, y tiene como intención ilustrar la circulación de gente, economía y cultura endémicas a las regiones. Parece ser que para Tapia y Ontiveros lo más importante fue crear un paralelo entre el viaje y los procesos personales de los inmigrantes con la historia de los artistas latinoamericanos actuales. Traveling Dust es un pequeño vistazo hemisférico de las Américas, y a pesar de poder haber caído en un modelo de representación altamente conceptual, al cual estamos arraigados en la práctica contemporánea (y el cual se puede atribuir al medio de video), la pieza como tal abre nuevas maneras de pensar. A pesar de estar abordando una amalgama de temas altamente políticos, logran un resultado donde se humaniza a los participantes, las regiones, y donde de igual forma se le atribuye una mirada poética a los distintos lugares y realidades de las zonas intrínsecas del discurso geopolítico de los artistas.
En la tercera «constelación» Contrarrestar el extractivismo, las obras intervienen en el anonimato de las prácticas económicas extractivas, tanto estatales como privadas, para atestiguar el agotamiento de los recursos naturales como métodos de control social. La pieza de video Spaniards Named Her Magdalena, But Natives Call Her Yuma, (2013) de Carolina Caycedo, es otro de los grandes momentos que más destacan en la exhibición. En este video de doble canal, se yuxtaponen imágenes de corrientes de agua en represas y ríos de Colombia, con flujos de personas y la milicia en las ciudades metropolitanas. Caycedo ha mencionado previamente que realizó entrevistas con muchos de los individuos afectados y los involucrados con el desarrollo de la represa El Quimbo en Colombia; incluyendo activistas, ecologistas, líderes de oposición, profesores, y un chamán, para así poder desarrollar una comprensión y exploración de las ideas sobre flujos y contención. En Spaniards Named Her Magdalena, But Natives Call Her Yuma, se dibujan paralelos entre formaciones opresivas de poder y métodos militares de control social con las represas de agua. Contrarrestar el extractivismo cuestiona las fuerzas de la industrialización y la modernidad sobre los recursos naturales en las áreas donde habitan los nativos. Caycedo nos recuerda esto mientras susurra, con su propia voz, los sonidos tanto abruptos como tranquilizantes del río que corre.
Finalmente, en Interviniendo el archivo, cuarta «constelación», los artistas tales como Carlos Motta, buscan interrumpir la estructura de poder hegemónico de los conquistadores sobre los conquistados, en un intento de «burlar» el archivo (o la falta de) de la épocas coloniales e interrogar doctrinas de genocidio y discriminación a las culturas nativas en nombre de la expedición, la expansión y el colonialismo de los colonos. En el documental Deseos (2005) de Motta, el tema principal es exponer las formas en que la medicina, el derecho y la religión impuestos, provocaron la desaparición de un diálogo paralelo, causando la falta de documentación y material historiográfico. De una forma muy homogénea, las obras de esta sección reflejan la investigación contemporánea sobre los legados del colonialismo sobre el archivo historiográfico.
El problema principal, y probablemente el único, de Un Atlas Decolonial, es sin duda el uso excesivo de video como representación principal de la narrativa de los artistas contemporáneos en la exhibición. Tomando en cuenta que, recorrer la relativamente pequeña sala de exhibición implica la inmersión total del visitante a la serie de videos instalados alrededor del perímetro del espacio: sonidos de música tradicional nativa traslapados con voces hablando en inglés y lenguas indígenas, los susurros de Caycedo, múltiples reflejos de las pantallas que proyectaban imágenes tanto de carruseles de feria como corrientes de agua y plantas endémicas sudamericanas. Estas yuxtaposiciones perceptuales, aunque resultan un tanto abrumadoras, confluyen como un constante recordatorio hacia el espectador para continuar profundizando sobre las nociones del espacio, cruce de culturas, tiempo y constitución de la historia. Aunque completamente intencional y en retrospectiva, muy necesario. Independientemente de la problemática museográfica, los videos son efectivamente empleados como una herramienta crítica para las narrativas ampliadas e imágenes inmersivas. Salir de esta exhibición implica dejar el museo con más preguntas que respuestas: ¿por qué predomina el video? ¿es de alguna forma un esfuerzo curatorial para tanto reforzar como desmitizar la visión impuesta del occidente sobre los artistas latinos? Y como Martine Gutierrez lo ha dicho antes: «cuando te dejan confundido, tienes que continuar pensando».
Esta ambiciosa exploración de arte latinoamericano llega en lo que es un momento de particular inestabilidad política en Estados Unidos y el contexto global. Tanto Un Atlas Decolonial, como la próxima iniciativa de la Getty Foundation PST: LA/LA (Latin American & Latino Art in Los Angeles), se han dado como punto de partida hacia conversaciones sobre la subrepresentación de minorías en el entorno institucional de las artes a nivel internacional, y apertura hacia una confrontación más sólida por parte de los artistas hacia los tiempos inverosímiles y de constante deshumanización en los que vivimos actualmente. La inclinación de estos esfuerzos curatoriales, más que ser una protesta, es una forma elocuente de replantear un diálogo que había sido olvidado recientemente. La carga política de Un Atlas Decolonial es ciertamente innegable y la parte más fundamental de la exhibición.
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