Blog

Tiempo de lectura: 7 minutos

A
A

16.02.2019

Riposatevi

MAC Niterói, Niterói, Río de Janeiro, Brasil
18 de diciembre de 2018 – 17 de marzo de 2019

Era el año de 1964. La Trienal de Milán, evento dedicado al diseño y a la arquitectura, llegaba a su décima tercera edición. Teniendo como tema general el “tiempo libre”, esta edición fue organizada por Umberto Eco y Vittorio Gregotti. Con discusiones constantes sobre las legislaciones laborales en el mundo, ¿cómo una exposición podría pensar el tiempo ocioso? ¿Qué es lo que las personas hacían para aprovechar las supuestas ocho horas diarias en que no trabajaban ni dormían? Trece países fueron invitados a contribuir con propuestas y, por primera vez, Brasil estaba entre ellos. De un contacto establecido a partir del Ministerio de Relaciones Exteriores, el arquitecto y urbanista carioca Lúcio Costa (1902-1998) fue invitado para pensar en un proyecto y el crítico de arte Jayme Maurício fue llamado para escribir sobre la sección. El espacio reservado para Brasil se situaba entre las secciones de Yugoslavia y Finlandia, en una sala pequeña en forma de “L”.

Como se observa por los esbozos del proyecto, se hicieron necesarias diversas adaptaciones. Inicialmente el proyecto se basaba en una estructura circular hecha de madera, pero debido al espacio estrecho, al tiempo exiguo y al presupuesto limitado –elementos señalados por diversas fuentes de la época– Lúcio Costa se atuvo a los elementos primordiales de su propuesta: hamacas, plantas, guitarras, fotografías y la frase italiana central RiposateviRepousai-vos o, en un portugués más informal, Relaxem (Relájense). Estaba allí su monumento al tiempo libre y a Brasil.

Como lo dijo en un texto de la época: “El tiempo libre, en términos brasileños, puede tener como símbolo la hamaca y la guitarra”. Hacía solo cuatro años que Brasilia, la ciudad diseñada por Costa, había sido inaugurada y atraído la atención de arquitectos e intelectuales de todo el mundo. En Riposatevi, por lo tanto, él pretendía lanzar luz tanto para su obra reciente, como para responder a la propuesta curatorial. El espacio era ocupado por registros fotográficos de Marcel Gautherot –el fotógrafo oficial del Servicio del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional– de vistas de la playa de Aquiraz, en Ceará y también de vistas tomadas durante la construcción de Brasilia. En las imágenes del litoral, la mirada del fotógrafo se dirigía a las “jangadas” (balsas de la región) y a los “jandaeiros” (pescadores que conducían esa embarcación), mientras que en la visión de Brasilia, los edificios de hormigón armado llamaban la atención en contrapunto con una ciudad todavía vacía.

La asociación entre el hacer artesanal y la región Noreste del país era endosada por los objetos que dominaban el proyecto: las hamacas. De origen amerindio y objeto fundador de la domesticidad colonial en el país, en la segunda mitad del siglo XX, las hamacas eran asociadas al noreste; la región era famosa tanto por sus playas, como por el sertão (región de clima semiárido) y era allá donde se encontraba la industria de la hamaca. Lúcio Costa sugería, por lo tanto, un discurso claro con su selección  de fotografías: Brasil era un país que se encontraba entre tradiciones artesanales históricas (“jangada” y hamacas) y la modernización de su arquitectura (Brasilia). Entre el presente y el futuro, se trataba de un estudio de caso en que el proyecto moderno se pautaba en una mirada que no podría meramente sustituir el hacer artesanal por el industrial, sino más bien llegar a una especie de medio término. Luego de ejemplificar las fotografías que formaban el proyecto, Lúcio Costa remata su discurso y sugiere diciendo “que esa misma gente que pasa su tiempo libre en la hamaca, cuando el tiempo aprieta construye en tres años, en el desierto, una Capital”. Riposatevi es, por lo tanto, más que un monumento al descanso, quizá un monumento al trabajo y, por ende, a los trabajadores.

Volvemos a montar este proyecto –que en el lenguaje del arte contemporáneo se podría llamar “instalación”– más de cincuenta años después de su montaje en Milán. Con el paso del tiempo, este proyecto se transformó en algo icónico tanto para los arquitectos, como para los artistas visuales. Su posible influencia se puede notar, por ejemplo, en una de las Cosmococas, de Hélio Oiticica, y en sus propuestas alrededor de la noción de crelazer*, así como en las investigaciones de otros artistas. Un otro montaje se realizó durante la Bienal de Venecia de Arquitectura, en 2012.

Inaugurado algunos meses después del golpe militar de 1964 en Brasil, es también pertinente preguntarnos si el proyecto de Costa era una respuesta a la repentina falta de libertad que acometió a Brasil durante el nuevo régimen. ¿Podría el ejercicio del ocio, como libertad, ser entendido en respuesta a la pérdida de libertad bajo regímenes represivos? Si la hipótesis es verdadera, el remontaje de Riposatevi es bastante pertinente para las discusiones que asolan el mundo en la contemporaneidad.

Se trata de la primera vez de un re-montaje de Riposatevi en el estado de Río de Janeiro. Más aún, es la primera vez que su reinstalación incluye las fotografías hechas por Gautherot, fruto de una investigación académica que discurre hace años. Hemos intentado ser fieles a los elementos centrales del pensamiento del arquitecto. Sin embargo, el salón central del MAC Niterói posee una planta más extensa que aquella usada en Italia. En diálogo próximo con la oficina gru.a (grupo de arquitectos), embarcamos en el reto del re-montaje de cualquier instalación histórica: las adaptaciones espaciales y temporales. Las hamacas de colores crudos y balcones blancos, las guitarras, las plantas, las tiras de tejidos coloridos en referencia a la bandera de Brasil y la frase Riposatevi fueron todos mantenidos con pequeñas adaptaciones. El número original de hamacas era catorce –cantidad pequeña para la escala monumental diseñada por Oscar Niemeyer para este museo. Aumentamos, por lo tanto, el número de hamacas a treinta, pero mantuvimos la trama hexagonal diseñada por Lúcio Costa. El posicionamiento de las fotos tuvo que alterarse, pero las escalas y los agrupamientos de las imágenes se mantuvieron proporcionales a las medidas del salón. El diálogo propuesto por Costa entre el vaivén de las hamacas y el gran número de imágenes de los “jangadeiros” no es en vano y creemos que nuestra nueva lectura de su propuesta mantuvo la levedad original. Como una contribución a este remontaje, invitamos a artistas e intelectuales, así como al amplio público del museo para que trajesen libros y los leyesen en las hamacas. De esta forma, creemos haber contribuido con una reflexión sobre el mundo en que vivemos.

Por último, es necesario también re-ver las palabras del arquitecto sobre la idea de trabajo. No olvidemos que se trata de un discurso pronunciado hace casi cincuenta años sobre el noreste y sobre los habitantes de noreste a partir de Río de Janeiro, antigua capital del país hasta la inauguración de Brasilia. Esta “gente”, a la cual él se refiere en la construcción de la nueva capital, son los inmigrantes del noreste –los llamados candangos– que, por diversas razones, dejaron sus ciudades y fueron a concretar un sueño moderno y carioca. Parte de esta población creó las “ciudades satélites” de Brasilia, otra parte regresó al noreste y otro número de personas murió en la propia obra.

Recodificar los proyectos y las palabras de Lúcio Costa en el presente no es disminuir su importancia dentro de la historia de la arquitectura de Brasil y del mundo, sino volver a verlos a través de otros filtros, distanciamientos históricos y posiciones discursivas. En este sentido, ¿hasta qué punto la invitación al tiempo libre todavía es posible en un momento histórico en que somos saturados por imágenes y bombardeados por información de pantallas de celulares que también son espejos? ¿Cuántas personas no se echarán en estas hamacas y trabajarán por unas buenas horas? ¿Es posible relajarse con tremenda ansiedad en relación con nuestro futuro?

La reinstalación de Riposatevi en el MAC Niterói es una invitación al público para que se rinda al tiempo libre y vuelva a imaginar colectivamente nuevas realidades pertinentes al Brasil del presente.

—Texto por Raphael Fonseca
Curaduría por Pablo León de la Barra y Raphael Fonseca

http://culturaniteroi.com.br/macniteroi/

*La propuesta de Oiticica, de 1969, del Crelazer –palabra formada de la unión de criar (crear), crer (creer) y lazer (ocio)– significa tanto la creación en el ocio, así como la creencia en él, y está asociada a la percepción creativa del ocio no represivo y a la valoración del mismo.

Comentarios

No hay comentarios disponibles.

filtrar por

Categoría

Zona geográfica

fecha