Reportes - México

BIQUINI WAX TV, Clara Bolívar

Tiempo de lectura: 8 minutos

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01.11.2018

Relatoría del Primer Encuentro Internacional de Objetos sin personas

Por Clara Bolívar, Biquini Wax, Ciudad de México

Gracias infinitas a todes nuestres cómplices
Gracias Daniel, Alí y Juan

Nota
Queride lector, antes de leer este texto, observe los objetos que tiene a su alrededor en este momento. Nómbrelos mentalmente o en voz alta.

Historia(s) política(s) de los objetos

El verano pasado, veinticinco personas emprendimos una investigación colectiva acerca de objetos. En el marco del Templo de Estudios Subcríticos de Biquini Wax en la Ciudad de México, se abrió una convocatoria al círculo de estudio y lectura Historia(s) política(s) de los objetos. En él, buscamos desplazar la noción de individualidad y la idea de autoría personal para potenciar la conversación y diálogo en conjunto. A partir de nuestras discusiones, Diana Cantarey —participante del círculo— desarrolló un manifiesto en el que los objetos se expresaron. Algunos de los puntos son:

I. Los objetos hablamos.

II. Los objetos provocamos emociones e inflexiones, acuerdos y desacuerdos, reuniones o separaciones.

VI. Las aspiraciones y fracasos están enmarcados por objetos.

VII. Los objetos de la clase hegemónica nos condenan a todos los demás.

VIII. Los objetos también somos nuestras historias.

Gracias a estos y otros postulados que trabajamos durante nueve sesiones sabatinas de lectura y discernimiento, planeamos la estrategia mediante la cual presentaríamos los objetos que estudiábamos, ya que el único requisito para participar en el círculo era elegir un objeto para reflexionar acerca de él. Daniel Aguilar Ruvalcaba, fundador de Biquini Wax y participante del círculo, propuso que el formato propiciara un ambiente en el cual los objetos no chocaran ni tuvieran conflictos y que, más bien, se dispusiera un espacio en el que éstos se encontraran.

Primer Encuentro Internacional de Objetos sin personas

El Encuentro aconteció el sábado 1 de septiembre de 2018. En ese momento, Biquini Wax ocupaba una casa en la colonia Buenos Aires; una zona compleja de la Ciudad de México por la proyección que ha tenido a partir de episodios de violencia y que se conoce por la compraventa de autopartes. Este fue el espacio para el estudio, encuentro y presentación de los objetos.

Participamos agentes culturales de distintas áreas: artistas visuales, curadorxs, gestorxs, filósofxs, diseñadorxs. Organizamos las presentaciones a partir de un formato colectivo. Discutimos los posibles vínculos que se podrían articular a partir de los objetos que cada une había elegido y así, conformamos cinco equipos con cinco objetos cada uno y una hora para cada participación, en el lugar de la casa y en el formato que cada une eligió.

Para el Encuentro, fue fundamental la referencia a la obra de Melquiades Herrera. Una de las líneas de reflexión en el trabajo de Herrera —y uno de los ejes de investigación de los colectivos de Biquini Wax: Arte y trabajo y Los Jacuzis, grupo de estudios subcríticoses el cambio en las dinámicas de consumo en México posteriores al Tratado de Libre Comercio en 1994 y, con ello, los mecanismos mediante los cuales las políticas neoliberales han cambiado nuestras formas de entender y relacionarnos con los objetos. En este sentido, buscamos desestabilizar lo que generalmente se entiende por objeto y por objeto artístico, al complejizar el vínculo de éste con su contexto social, histórico, con su uso y su lugar.

Con el espacio y los objetos dispuestos inició la jornada. La primera participación estuvo a cargo del papel, la lija, las identificaciones encontradas, el libro y el masking tape. Mediante títulos autorreferenciales —El papel del papel, La lija de la lija, La identificación de las identificaciones— se enfatizaron los roles históricos y los usos cotidianos que estos objetos han tenido en nuestras sociedades, así como la cercanía que tienen con las personas y la tiranía que ejercen sobre ellas. En una Conferencia sobre el desgaste, una lija lijó a otra, representando la tensión y cambio constante que hay en los vínculos que se establecen entre el pasado y el presente. Al final, el libro atropelló los pies de los asistentes, gracias a las ruedas y el control remoto que le fueron colocados, destacando con este acto la agencia que tenemos las personas sobre los objetos y la necesidad de subvertir y repensar sus usos.

Para la segunda presentación, se instaló una cabina de traducción y les asistentes escucharon el lenguaje de la cama, la silla, la banca, el globo y el paraguas mediante audífonos. El acto titulado Cinco traslados de lo público – privado – afuera – adentro puso en tensión la forma en que los objetos se desplazan y producen espacios a su alrededor a partir de sus disposiciones y relaciones con los cuerpos que los utilizan. La historia ha cambiado la jerarquía de estos objetos y su materialidad ha hecho explícita la diferenciación social que estos propician. Estos objetos tomaron la forma que hoy tienen después de la Revolución Industrial, y tienen por lo tanto rasgos civilizatorios y de progreso.

En un pequeño espacio delimitado por un arco, el tercer equipo realizó el montaje del Altar de plástico sincrético. Un elegua, un cráneo, una muñeca de pan, un dinosaurio de plástico, una pistola de rayos láser y una de juguete, fueron dispuestxs sobre el altar junto con otros objetos cuestionando la tensión entre su potencia mágica, ritual y espiritual y su materialidad plástica. Estos objetos de culto y de juego han sido rearticulados en la modernidad, sintetizando creencias que tienen múltiples adscripciones, orígenes y modalidades de reinterpretación. Se circularon entre los asistentes una serie de impresiones, que al modo de estampas religiosas representaban la composición física que tiene cada uno de los objetos.

La jeringa, la pelusa de ombligo, el chicle, la cuchara y la luz fueron presentados en un Teatro quirúrgico. En el espacio cerrado en el que se dispuso el escenario, las luces se apagaron y el público quedó en obscuridad. La luz fue iluminando los objetos, y poco a poco, se revelaron sus posiciones. Les presentadores manipularon los objetos para mostrarlos a la luz de otra óptica. Se hicieron explícitas sus relaciones contradictorias con el cuerpo: estos objetos de pequeña escala lo acompañan, lo cuidan, lo intervienen y también lo someten.

La pala, el block de concreto, el block de barro, la piedra filosofal y la Torre de Azkabán, cerraron las presentaciones. Mediante un Encantamiento de endurecimiento, los objetos se fundieron con fuego y luz, para dar lugar a una nueva creación. Todos ellos, están vinculados a los procesos de construcción, por lo cual se necesitan unos a otros para dar paso a distintos elementos y estructuras. Esta preparación alquímica mostró cómo las edificaciones están atravesadas por actos simbólicos y mágicos. Tal como la piedra filosofal tiene la capacidad de cambiar la sustancia de las cosas, el Primer Encuentro Internacional de Objetos sin personas dislocó la mirada que hasta entonces habíamos tenido hacia los objetos.

Diálogo con otras latitudes

El Encuentro estableció un diálogo con otras escenas del arte en México: se transmitió en Deslave de Tijuana; en PAOS y Casa Vidrio de Guadalajara y en No- Automático en Monterrey. También tuvo una dimensión internacional. Juan Laxegueborde y Lucía Ulanowsky fueron nuestres cómplices ya que por azar, en la misma fecha, se presentó el Primer Salón de Arte Chico de Buenos Aires. Elles observaron simultáneamente a los objetos y nosotres hicimos un espacio para una transmisión desde Argentina. El Salón tenía el mismo formato de nuestro Encuentro: amigues y colegas reunidos un sábado por la tarde para observar propuestas y discutir planteamientos sobre las nociones de objeto artístico asumidas en nuestrxs circuitos culturales.

Lorenzo Sandoval y Benjamin Busch también nos acogieron: proyectaron las presentaciones en el Institute for Endotic Research en Berlín, y montaron un pequeño altar a Melquiades Herrera. En Santiago de Chile la Escuela C.A.P.A. (Crítica, Arte, Pensamiento y Acción) nos recibió gracias a la gestión de Lucy Quezada, elles se reunieron en casa con amigues para ver y discutir la transmisión.

En Bogotá, Maleza Proyectos también se nos unió: en el tiempo entre presentaciones, les participantes llevaron a cabo ejercicios de Yoga para objetos. Dialogamos con Josseline Pinto, quien montó una exposición en MANIFESTO-ESPACIO en la Ciudad de Guatemala, con los pdfs de las lecturas del círculo de estudios, la retransmisión del Encuentro y la proyección de videos de Melquiades Herrera. En Ecuador, el espacio Khora de Quito fue también aliado para lograr este acercamiento latinoamericano. La transmisión simultánea estrechó vínculos con otros espacios independientes, en los que encontramos similitudes en formas de trabajo y procesos de reflexión.

Minimento a Melquiades Herrera

Melquiades Herrera fue el maestro que nos guió. Melquis es amor y arte, sentencia una pinta en la pared frente a la cual posó Herrera para uno de sus tantos retratos. Herrera articuló una pieza en la que repartía al azar papelitos en los cuales se leía: Las miniaturas me hacen llorar <3.

El Encuentro cerró con el develado del Minimento a Melquiades Herrera. Daniel Aguilar Ruvalcaba, Gerardo Contreras, Abraham González Pacheco, Alí Cotero y yo, conceptualizamos juntes el Minimento, que tomó forma en manos de Gerardo Contreras. Todes les asistentes nos reunimos alrededor de un pedestal, cubierto por una tela negra que permitía intuir un pequeño objeto debajo de sí. Después de unas palabras de presentación y agradecimiento, el Minimento hecho con plastilina naranja mostró su grandeza.

Melquiades es amor porque nos hizo poner atención en los detalles pequeños a los que antes éramos ciegos y sordos. Aprendimos de Herrera que a partir de observar con cuidado la materialidad de los objetos y al reescribir sus historias, podíamos articular nuevas formas de relacionamos con otres en el mundo. Encontrarnos con los objetos nos llevó a reflexionar sobre nuestro lugar, sobre los roles que asumimos en relación con lxs demás y con las situaciones a las que nos enfrentamos. Y tal como los objetos complementan funciones entre sí, nosotres resolvimos y aprendimos formas de ayuda mutua y colaboración.

Nota
Queride lector, después de leer este texto, observe los objetos que tiene a su alrededor en este momento. Nómbrelos mentalmente o en voz alta.

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