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10.03.2019

HAWAPI 2018

Espacio El Dorado, Bogotá, Colombia
16 de febrero de 2019 – 14 de abril de 2019

Sin ánimo de ignorar los procesos de reincorporación a la vida civil de excombatientes de grupos armados que se están dando en la actualidad, esta exposición se plantea casi como una prueba de cómo funcionaría una sociedad dispuesta a coexistir en el reconocimiento de las diferencias y desacuerdos de sus habitantes. Señalando así, que inclusive al ser parte de un colectivo, cada sujeto representa una individualidad.

Nuestro encuentro en Pondores puso en crisis las versiones de ciudad sobre los firmantes del Acuerdo de Paz, generando más preguntas que respuestas; sin embargo, dichas preguntas no hubiesen sido posibles sin el reconocimiento del otro al escuchar sus experiencias, sus convicciones y sus verdades. Justo cuando nos abocamos a habitar el espacio entre nuestras diferencias, comenzaron a construirse los puentes. Pensemos entonces las obras aquí presentes, como esos puentes que se extienden al espectador y a la espectadora, para ser transitados desde sus propias vivencias, conocimientos y creencias.

Algunos de estos puentes invitan a reflexionar sobre saberes que evocan ciertas interpretaciones filosóficas de la montaña como representación de la lejanía: espacio desconocido al que el ser humano se adentra para encontrarse a sí mismo*. En otro puente más cercano, una voz que transcurre como un río, acompaña las imágenes de la historia trastocada de un colectivo que transitó y habitó por años la montaña.

Un puente situado en un lugar oscuro, escenifica una acción de cuidado; otro, ubicado pocos pasos adelante y un tanto pedregoso, es el resultado de largas cavilaciones sobre los principales actores de lo que fue el conflicto armado en Colombia exponiendo un paralelo entre los mismos.

Otros puentes, tendidos en el cubo gris, se levantan de la tierra. Uno de ellos señala las cosmogonías de dicho elemento y se presenta como un manifiesto, una consigna luminosa. Otro, contiene un mensaje sobre nuestras acciones plasmado en la corteza de un árbol; y en otro, se recrea en la tierra misma un esquema abstracto que se traduce en un conocimiento casi milenario de la naturaleza.

En el Cubo Blanco, tal vez no tengamos puentes precisamente, sino el cruce entre casa y paisaje. Por un lado, la construcción que se observa puede tener ciertas connotaciones de centro: lugar al que se llega para ponderar el conocimiento experimentado y obtenido en la lejanía*, mientras que aquello que envuelve a la construcción es el paisaje, aunque un paisaje que nos recuerda e invita a deliberar sobre el otro lado de la historia.

Finalmente, un puente en blanco y negro, aborda directamente el Acuerdo de Paz rescatando los discursos de los mandatarios de dos bandos que marcaron un momento histórico. Y otro, por no decir el último puesto que es bastante silencioso en medio de la maraña, también aduce a los discursos pero justo a aquéllos que no hacen parte de la versión hegemónica de la historia. Por ello mismo es preciso encontrarlos.

¿Qué lugares conectan estos puentes? ¿Podrá darse un cruce entre posturas? ¿Se detonarán puntos de encuentro que permitan generar espacios para la reconciliación y el diálogo para pensarnos y construirnos como una nueva sociedad?

*Otto Bollnow(1969), Hombre y Espacio, Editorial Labor.

—Text by Maxim Holland and Susie Quillinan

Artistas:

Ana Izquierdo (PE), Hamlet Lavastida (CU), Alexander Hick (AL), Juan Betancurth (CO), María Buenaventura (CO), Elkin Calderón Guevara (CO), Santiago Díaz Escamilla (CO), Samuel Lasso (CO), Camilo Leyva (CO), Julieth Morales (CO), Henry Palacio (CO), Adriana Ramírez (CO).

Sobre las intervenciones

Ana Izquierdo (PE)
Ejercicio de Resistencia 1
2018-2019
Video 4k transferido a Full HD
19’20” min.

En este vídeo observamos un corte de pelo llevado a cabo por alias El Chino sobre el cuerpo de Ana Izquierdo. Si bien la artista retoma esta acción que lleva realizando desde hace un par de años para señalar las políticas de deportación de inmigrantes latinoamericanos en Estados Unidos, en el ETCR de Pondores puso de manifiesto la compartición de un rol, el trabajo de cuidado y afecto, adjudicado la mayor de las veces al género socio cultural y políticamente construido como “femenino”.

El pelo caído sobre el piso de aserrín, ha sido recolectado y encapsulado en trescientas cápsulas en forma de cédulas colombianas (repartidas en el área urbana de Bogotá), que encarnan una especie de reinterpretación contemporánea del tag, una forma de manifestar la presencia de un cuerpo, un rastro que anuncia: “Aquí estuve y aquí permanezco”.

Hamlet Lavastida
En el primer árbol de la entrada al ETCR de Pondores, Hamlet Lavastida ha tallado la pregunta: «¿Quién cocina el banquete de la victoria?». Esta frase ha sido extraida de Preguntas de un obrero que lee, poema de Bertolt Brecht.

Metros antes del ETCR, se encuentra uno de los anillos de seguridad de los militares quienes, en sus uniformes, y entre sus diferentes condecoraciones, se encuentra un bordado de un arma junto a una V de Victoria. Esta condecoración fue entregada a las fuerzas armadas una vez firmado el Acuerdo de Paz entre el Gobierno Colombiano y las FARC-EP (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo).

En un Acuerdo de este tipo, acaso hay ganadores y vencedores? No es acaso la búsqueda de la paz, inclusive si es imperfecta, la victoria para todos y para todas?

Juan Betancurth
El Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera entre el Gobierno Colombiano y las FARC-EP, es un documento de 297 páginas.

Juan Betancurth tomó este documento para cuestionar su legibilidad tanto como su aplicabilidad, al despiezarlo y reconstruirlo. A medida que elaboraba las capas, cosiendo página por página, con el sonido alterado de una gran máquina YAMATA que tuvo su historia en la montaña, se levantó de repente ante quienes observábamos la acción: la imagen de la ‘maraña’ que el documento en sí mismo significa.

María Buenaventura
El 12 de octubre de 2018 algunas semanas antes de nuestra residencia, el presidente de Colombia, Iván Duque, hizo presencia en el ETCR de Pondores, siendo este el primero y único de estos espacios visitados por el actual mandatario. Allí, en el taller de carpintería, Duque le solicitó al Ex Comandante Bertulfo Álvarez, una “bibliotequita” .

Curiosamente a nuestra llegada, el mueble estaba siendo construido.

Este objeto llamó la atención de María Buenaventura, y fue su motor para generar diálogos e intercambios con algunos de los ex combatientes sobre sus saberes de la tierra.

¿Qué saberes pondrá el Presidente en “la bibliotequita”? ¿Qué saberes considera la ciudadanía que debería ubicar allí mismo el Presidente?

Santiago Díaz
Diagrama/Resultado de una narración sobre la vida y la materia desde el grupo de estudio de la naturaleza propuesto por Santiago Díaz. Una suerte de peripatéticos divagando sobre la formación del universo, la materia y las cualidades físicas de lo que nos rodea.

Julieth Morales
Temprano en la mañana, cerca de las 4:00 am, nos levantamos en la oscuridad para dirigirnos a La Granja, uno de los proyectos productivos del ETCR de Pondores. Allí, Julieth Morales, junto con diferentes integrantes del ETCR, entonando la canción «un fuego de sangre de pura», realizaron el gesto de ‘Socolar’, es decir, limpiar el terreno antes de la siembra, cada una y cada uno con su Machete, herramienta fundamental para esta acción. ¿Qué representa un Machete para quienes labran la tierra? ¿Qué imágenes sobre la tierra, sus trabajadores y sus luchas, llegan a nuestras mentes?

Henry Palacio
Colombia y la Pasión por el Fútbol

La realidad de este país es que, en cualquier región, sin importar sus condiciones geográficas, ambientales, políticas o económicas, siempre habrá espacio para una cancha de fútbol; casi que no se concibe el espacio colombiano, sin un lugar donde ruede el balón. El fútbol ha penetrado las estructuras culturales de la mayoría de comunidades del país.

¿Qué representa la dinámica del juego para el colombiano, para la colombiana? ¿Podría encontrarse en el fútbol alguna representación simbólica de la sociedad? ¿Qué sucede cuando se rompen las estructuras del juego y se reconstruyen desde las prácticas artísticas contemporáneas?

Henry Palacio confeccionando otra forma de jugar en la cancha del ETCR de Pondores.

Adriana Ramírez
En la conjunción de ex combatientes de las FARC y ciudadanos del común, encontramos dos lugares desde los que indagar sobre nuestras experiencias y los saberes obtenidos a partir de ellas. Mientras que La Montaña, el lugar de la revolución, aparece como un fenómeno espiritual, La Ciudad, el lugar estructurado y regulado por el estado, aparece como una figura material.

Las preguntas sobre la sobrevivencia y la trascendencia que formulaba Adriana Ramírez en el ETCR, nos hizo cuestionarnos si acaso hay un lugar para sobrevivir y otro para trascender y si alguno está directamente ligado con lo material y otro con lo espiritual .

Nuestras respuestas hacen pensar que, tal vez, la conjunción entre ex combatientes de las FARC y ciudadanos del común, sea aprender de nuestras diferencias.

www.hawapi.org

https://www.espacioeldorado.com/

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